Revista Opinión

No pienses en una rosa ni en una gaviota

Publicado el 31 mayo 2011 por Robertoc

Estos últimos días estaba leyendo “No pienses en un elefante”, un libro donde se muestra cómo los políticos nos van introduciendo sutilmente sus ideas en el lenguaje cotidiano. En el libro exponen que el partido republicano en Estados Unidos lleva décadas creando un marco lingüístico propio. Este marco se construye con expresiones que incluyen las ideas de la derecha de forma muy sutil y a base de repetir esas expresiones una y otra vez, la izquierda asume esas expresiones y las introduce en el lenguaje político común. Y así la tenemos liada ya: expresiones con ideas conservadoras aceptadas como expresiones universales.

En el libro ponían el ejemplo de la expresión  ”alivio fiscal“, repetida hasta la saciedad por Bush y reproducida hasta el infinito por los medios de comunicación hasta que llegó a convertirse en una expresión “estandar”, aceptada por todo el mundo. El problema es que el “corpus” ideológico que hay detrás de esa expresión es exclusivo de la derecha y hace referencia a que lo que antes había hecho la izquierda estaba mal hecho (y de ahí lo del alivio). Bueno, más o menos

:-)
.

Esta estrategia no es exclusiva de la derecha yanqui. Aquí también nos pasa algo parecido. En el taller de decrecimiento de la semana pasada alguien puso el ejemplo de cómo se usan las palabras gasto e inversión. Y he intentado identificar (o recordar, en algunos casos) otras expresiones envenenadas que usamos con toda naturalidad y que habría que empezar a cambiar.

  • Gasto/Inversión. La diferencia entre gasto e inversión es que el primero es tirar el dinero y el segundo devolverá beneficios en el futuro. Así, se suele hablar de inversión en infraestructuras frente a gasto sanitario, gasto social, gasto en educación. ¿Por qué la sanidad no es una inversión? ¿y la educación? Sospecho que esta diferenciación viene del lenguaje presupuestario, pero a la derecha le viene muy bien que se asocie todo lo social al concepto de gasto. Y ahí tenemos a Esperanza privatizando la sanidad y la educación (lo que para ellos es gasto). Pero resulta que todo eso es inversión y en el ámbito político la izquierda debe hacer ver que el dinero destinado a sanidad, vivienda, educación…, son útiles, necesarios y producen beneficios evidentes. Por lo tanto son una inversión en lugar de un gasto.
  • Desarrollo o crecimiento sostenible. ¿quién no ha usado alguna vez esa expresión? Pues bien, desde el punto de vista del decrecimiento, se trata de un oxímoron: o es crecimiento o es sostenible, pero no puede ser las dos cosas a la vez.
  • Monarquía parlamentaria: pues si, eso existe, pero que no me lo junten con la palabra democracia, por favor.
  • Pirata + internet: alguien que se descarga pelis o discos de internet es un pirata. Un pirata es un delincuente. Luego alguien que se descarga pelis es un delincuente.  Pero ningún juez ha dicho que alguien que se descarga música de internet haga algo ilegal. Así que el silogismo es falso y la expresión, incorrecta.
  • Radical: en lenguaje político un radical es alguien violento. Pero el diccionario de la RAE lo define como “Partidario de reformas extremas, especialmente en sentido democrático”. No dice nada de violento. Así que desde este momento me defino como radical.
  • Energías alternativas:  Sinónimos de alternativo son: cíclico, variable, opcional, posible… Y un antónimo de alternativo es, por ejemplo, obligatorio. Vamos, que las alternativas son las otras, las “ya veremos”, las que “ya, si eso…”, mientras que la buena es la que tenemos ahora.
Seguro que hay docenas de expresiones más. ¿recordáis alguna?.

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