Revista Diario

No podemos embellecer lo que no amamos

Por Annacurv

No podemos embellecer lo que no amamos!
Las mujeres queremos vernos bien, pero paradójicamente muchas de nosotras no nos “gustamos” ni nos queremos lo suficiente.
Y ése es justamente el primer paso, para poder transmitir y mostrar nuestra mejor imagen.

En el siguiente artículo, la diseñadora Carolina Aubele, nos enseña precisamente eso: a tener una mirada diferente sobre nosotras mismas, y a manejar las partes de nuestro cuerpo que nos gustan menos.

“Nada por aquí, nada por allá”, dicen los ilusionistas, y lo que hacen es desviar la atención de aquello que no quieren que se vea y llevarla hacia otro lado sorprendiéndonos con algo atractivo.
Desviar la atención no significa tapar ni ocultar. Cuando se busca ocultar se consigue exactamente lo contrario; lo que se oculta siempre aparece. Si una mujer con caderas muy anchas y piernas corpulentas se pone una falda fruncida o usa ropa tipo cortina, conseguirá llamar la atención sobre esa parte del cuerpo. Lo adecuado es usar sobre esas zonas prendas que estilizan y desviar la atención hacia otro lado generando impactos visuales, pequeños destellos de belleza, armonizados en el look total: un lindo escote, por ejemplo, que enmarque bien el rostro.
Lo que no nos gusta tiene que estar presente pero sin llamar la atención. Se trata de mostrar lo bello y disimular o encontrarle un aspecto interesante a lo que no nos gusta.
Desviar la atención supone neutralizar: esto puede lograrse usando colores neutros, géneros que no tengan mucho brillo ni grandes estampas ni bordados, y prendas holgadas, que no ajusten pero que tampoco tengan mucha tela.

Las zonas corpulentas o gruesas pueden balancearse resaltando las piernas, los hombros o el escote (no todo junto, por supuesto). Pero, atención, una cosa es lucir un lindo escote que deje ver algo de piel y enmarque el rostro con los accesorios justos aportando luz, y otra muy distinta usar prendas que tomen al busto como punto de atención, un recurso poco elegante que conviene evitar. De lo que se trata es de buscar y acentuar los puntos fuertes y los encantos personales. Todo el cuerpo es potencial para este trabajo: cabello, mirada, sonrisa, rostro, manos, brazos, piel, hombros, busto, espalda, cadera, abdomen, piernas, rodillas, tobillos, pies.

Pero lo más importante de todo, es que tenemos que mirarnos con amor y no tener miedo a no ser aceptadas, tenemos que aceptarnos con todo lo que nos gusta y también con lo que no, con toda nuestra herencia genética y racial. No podemos embellecer algo que no amamos, ni vestir nuestro cuerpo, ni decorar nuestra casa, ni cultivar nuestro espíritu
Tomado de:
http://www.universoalessandra.com/articulos/moda/no-podemos-embellecer-lo-que-no-amamos


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