No-poo shampoo, exfoliante y sanador, todo en uno ¿qué será?

 
Hace unas semanas leí en el blog Into The Gloss sobre los beneficios de usar bicarbonato de sodio en la rutina de belleza. Usar este ingrediente es más económico, más sano, efectivo y ecológico que muchos otros productos que andan dando vuelta. No es que vamos a volvernos hippies, pero nunca está de más probar nuevas formas de cuidar nuestra piel y nuestro cabello.
Compré en mi farmacia amiga una caja de bicarbonato de sodio Parafarm por menos de ar$20. El mismo decía "antiácido"... aunque yo iba a usarlo con otros fines; porque si se fijan en internet, pueden ver recetas para tener unos dientes más blancos, evitar el olor a transpiración y el mal olor en heladeras, pero yo quería hacer la prueba con mi pelo y mi piel.

Como exfoliante facial y corporal funcionó muy bien. Empecé mezclando 3 partes de bicarbonato y 1 de agua tibia (eviten usar limón en el rostro porque puede ser peligroso) para hacer un exfoliante corportal y para el rostro, usar partes iguales. No llega a ser un exfoliante "lija" como lo sería un producto con azúcar, pero tampoco uno suave. Es el justo medio.
Para suavizar las cutículas, pueden mezclar más partes de bicarbonato en agua tibia, armar una pasta y colocar masajeando. Mis manos están en estado calamitoso gracias a las vacaciones de invierno (3 niños sueltos en una peluquería son un poco peores que soltar un elefante en una cristalería), pero con esta pasta mejoraron bastante.
También pueden agregarlo al agua en un baño de inmersión, aunque seré sincera: no noté nada diferente.
Donde si noté beneficios fue en el uso del bicarbonato para lavar el cabello, lo que se conoce como "no-poo shampoo". Hay dos maneras de usarlo, la primera es mezclando el bicarbonato con el shampoo que usan todos los días. De esta manera se remueven mejor algunos residuos que dejan los productos capilares.  
La otra manera es un poco más extrema: es usar el bicarbonato solo. Como este tipo de limpieza no tiene agregados de siliconas, que a la larga secan el pelo, ni tampoco tiene sodium lauryl sulfate (irritante) o algún otro producto que agreda el cabello, dicen que es mucho mejor para personas con problemas en la piel y que es menos agresivo con el pelo en general. La mezcla es simple: por 1 cucharada de bicarbonato son 5 de agua. Todo esto en un bowl, se mezcla bien y se lo coloca en el cabello. Se masajea bien y se enjuaga con agua tibia. Como soy un poco directa, lo que hice fue humedecer el cabello y después colocar un poco de bicarbonato. Tengan en cuenta que para el pelo graso, hay que poner mayor cantidad de bicarbonato y para quienes tengan el pelo seco, menos. Con mi pelo naranjoso noté que la tintura decoloraba un poco más que usando un shampoo protector de color... así que tengan en cuenta ese dato.
Para que la experiencia del no poo shampoo completa,  lo mejor es enguajar con vinagre  de manzana para equilibrar el ph del cabello, devolverle el brillo y suavidad. Al principio, el olor a ensalada se nota, pero a medida que se va secando el pelo, se va evaporando. Y siempre se puede recurrir al perfume en la nuca para evitar inseguridades. (Aunque como madre debo admitir mi amor por el vinagre que despega liendres).
Nobleza obliga, al principio el cabello empieza a desintoxicarse, por lo que no van a ver un cambio inmediato, sino que hay que darle tiempo. Esta mezcla no tiene siliconas, así que el cabello no va a quedar suave y brillante en la primera lavada, sino que van a sentir que el pelo está más graso... pero no pierdan la fe. El cuero cabelludo tiene que adaptarse, así que hay que tener paciencia. Eso si, no hay que lavarse el pelo todos los días con esta mezcla (cada dos días está bien).
Vengo usando estas mezclas desde que lo leí en Into the Gloss, y si bien al principio estaba muy escéptica, hoy en día me encanta como me deja el pelo y la piel.
¿Uds. se animan a la experiencia del bicarbonato?