Revista Economía

No se quieren enterar iii.

Publicado el 11 julio 2014 por Torrens

La amabilidad de los gestores públicos de este país no tiene límites porque me han vuelto a conceder el triste honor de confirmar hasta el hastío mis desastrosas opiniones sobre ellos. Ayer saltaba la noticia de que los auditores de Gowex ya habían sido acusados hace unos años de graves irregularidades.

Si a pesar de las múltiples evidencias diarias que nos dan, había alguien en este país que no estaba seguro del todo de que nuestra Administración Pública está entre las peores que puede sufrir un país, el caso Gowex debería convencerlo totalmente.

Añadid a mis dos anteriores notas el que en diciembre del año 2010, es decir, cuando según el informe de Gotham City Research, y referido al ejercicio 2009, el nivel de manipulación de la contabilidad de Gowex alcanzó niveles estratosféricos, el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), entidad dependiente del Ministerio de Economía de la que desconocía su existencia pero parece ser el órgano público encargado de velar por la honestidad y solvencia profesional de los que certifican y emiten la información pública referida a las empresas del país, sancionó a los auditores de Gowex, por irregularidades muy graves no relacionadas con esta empresa, e inhabilitó por dos años a Miguel Angel Gutiérrez, actual copropietario de M&A, los auditores de Gowex, pero en el 2013, en una demostración más de que nuestra Justicia ha sobrepasado el nivel de desastre para alcanzar el de catástrofe, la Audiencia Nacional rebajó la sanción a niveles ridículos y anuló la inhabilitación del auditor de Gowex.

Si la CNMV y el Ministerio de Hacienda estuviesen gestionados por profesionales de verdad tenían que haber detectado, siguiendo su actividad corriente y sin ninguna señal del exterior, que en Gowex pasaba algo raro en el 200% de las veces, pero si encima sus auditores habían sido pillados jugando con las cifras de sus clientes, la detección debía haberse producido en el 400% de las veces. En la empresa privada tal demostración de inutilidad e ineficacia absolutas habría supuesto no solo el despido fulminante, sino una demanda por acción de responsabilidad por una cifra mareante.

Y como colofón del retrato Glowex de nuestros gestores públicos, siguiendo exactamente la manera de proceder típica y tópica de la Administración Pública española, los que han sido incapaces de ni tan solo hacer lo más mínimo para solucionar el problema trabajándo y cumpliendo con su obligación y su responsabilidad, y para dar la impresión de que la Administración hace algo, le dan solución y carpetazo mediante lo que es la verdadera Poción Mágica de nuestra Administración: el milagroso B.O.E. En efecto, el jueves 10 el Ministro de Economía Luis de Guindos anunció que se van a modificar las normas del MAB (Mercado Alternativo Bursátil), donde cotizaba Gowex que, entre otras cosas, quedará limitado a empresas con una capitalización inferior a 500 millones de Euros. Y asunto arreglado.

Para concluir el tema Gowex voy a hacer una pregunta y una afirmación: Pregunta. ¿Hacen falta tantos funcionarios para limitarse a perseguir y sancionar errores y fraudes menores contra la Administración Pública y la Oligarquía, y a los ciudadanos que los proteja su señora mama?. Afirmación. Realmente, si en este país no hay más catástrofes de todo tipo es porque afortunadamente los funcionarios de a pie tienen una honestidad  y nivel profesional superiores a los de sus altísimos jefes.

Cambiando de tema, os adjunto uno de los chistes-discurso de Batllori, publicado en La Vanguardia el jueves 10, sobre la joya que tenemos por Presidente.

BATLLORI -11-7-14

 


NO SE QUIEREN ENTERAR III.

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