Revista Coaching

No todo lo que es rico, engorda

Por Vivaconproposito

Es muy probable que usted, al igual que yo, ha escuchado la frase: “Todo lo que es rico, engorda”, y sin mucho cuestionamiento o ninguno, la hemos hecho parte de nuestro conjunto de creencias _como muchas otras cosas que escuchamos o que hemos aprendido_, haciendo muchas veces, que nos comportemos bajo ideas que no necesariamente son verdaderas, dado que nuestras acciones son fruto de lo que pensamos.

 
Pero permítame decirle que esa frase no es tan cierta _desde mi perspectiva_, por lo que propongo interiorizar: “No todo lo que es rico, engorda”, pues la verdadera realidad es que todo depende de lo que elijamos, la frecuencia y proporción con que la consumamos, el lugar donde lo buscamos, la compañía que elijamos, entre otras preferencias; incidiendo muy particularmente, en el grado de conciencia que tengamos en lo que hacemos.

Creo que en la vida nos sucede lo mismo, los resultados dependen de lo que escojamos, así como del plan de acción que definamos para lograr lo que nos propongamos.

Cuando me refiero a la palabra “rico”,hago alusión a algo que es gustoso, sabroso o agradable _lo cual es muy propio de cada persona_, como podría ser el placer de degustar algo, llámese comida, unas vacaciones, un tiempo de relajación, caminar, hacer ejercicio, compartir con alguien especial, sentir las caricias, dormir confortablemente, un abrazo, escuchar música, los sonidos colores y formas encontradas en la naturaleza, sentir el viento en tu cara, admirar un crepúsculo, saltar sobre un charco, mecerse en una hamaca, disfrutar bajo el agua, un suspiro, reír, leer algo apasionante, ver una película, en fin, algo que nos produce placer, deleite, disfrute. Así, podríamos decir que nuestras elecciones están influenciadas muchas veces por lo que concibamos como “rico”.

Bajo esta concepción, todo empieza con lo que deseamos, la creatividad y el empeño con que pongamos a mover los recursos (mente, cuerpo, conocimientos, experiencia, apoyo de personas, dinero, propósitos de vida, entre otros) que poseemos para lograrlo. Hay entonces una motivación que se fija en nuestra mente, y a partir de allí suceden una serie de elecciones y acciones que nos llevan a resultados inducidos.

De ahí la importancia de tener claro qué queremos y por qué lo queremos. Una vez que somos conscientes de ello, fundamental es trabajar en un proceso de construcción de hábitos que refuercen lo que deseamos alcanzar, y que la vez nos va permitiendo disfrutar cada vez más de las cosas ricas y saludables.

A manera de ejemplo,_ y sin que ello desmerite el que podamos disfrutar de otros alimentos con quizás menos ó más valor nutritivo, pues la idea es comer de todo de manera equilibrada y adecuada_; esta semana llevé a la oficina una especialidad hecha en casa, un queque súper delicioso, muy saludable y nutritivo a base de zuquini y zanahoria con harina integral, la idea fue incentivar y acompañar la frase “no todo lo que es rico, engorda”, y quedaron fascinados.

Pues bien, este queque puede verse como una elección entre tantas opciones existentes, de la misma manera, si visualizamos esta experiencia como una extensión de la vida, vemos que podemos optar por caminos que nutran y beneficien nuestro desarrollo basado _una vez más_ en la elección de una vida con propósito, su disfrute y su deguste.

Les puedo asegurar que: “No todo lo que es rico, engorda”, hay opciones, anímense a escoger algo rico y saludable, se sorprenderá del deleite oculto hasta que lo pruebas!


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