Revista Cultura y Ocio

Noche de verano

Publicado el 21 julio 2023 por Angel Maíllo @gramofono1
Pexels.com " data-medium-file="https://angelmaillo.files.wordpress.com/2023/07/pexels-photo-2820966.jpeg?w=200" data-large-file="https://angelmaillo.files.wordpress.com/2023/07/pexels-photo-2820966.jpeg?w=683" src="https://angelmaillo.files.wordpress.com/2023/07/pexels-photo-2820966.jpeg" alt="" class="wp-image-7468" />
En las  cálidas noches de verano  es difícil soñar durmiendo, el calor de las noches estivales nos arrebata horas de descanso.  Pongo sonidos con mis auriculares a la quietud de esta sofocante y espesa noche. Desde mi ventana, abierta de par en par, con la esperanza que entre una brizna de aire que me refresque, observo un cielo cargado de estrellas titilantes y comienzo a soñar despierto. Suena una música, que yo percibo como rutera, aquella que te incita a devorar kilómetros por carreteras secundarias. Se trata de una versión de la mítica banda The Band, concretamente la canción The weight, interpretada en esta ocasión por el grupo Taxi y Carlos Goñi, con una extraordinaria interpretación respetando mucho a la original, con una gran virtuosidad musical y vocal.

Se suceden ante mi vista paisajes  a ambos lados de una carretera, recta y larga, como nuestro propio camino donde no se divisa el destino final, que inevitablemente ha de llevar en algún momento, pero debemos de disfrutar el viaje con los paisajes que se suceden, regalos de la naturaleza, percibo los aromas de los campos en flor, fragancias suaves que agitan mis recuerdos. El sol languidece en este atardecer que se perpetúa en este sueño de una noche de verano, en el que la brisa suave de este atardecer acaricia mi cara.

Comienza a sonar con fuerza una música de Ramón Mirabet, una canción alegre del catalán, con energía positiva, Those little thing. Esta alegría me retrotrae a aquellos lejanos veranos de la niñez, en los que esta estación suponía la mayor alegría para nosotros, vacaciones, rio, playa para los más afortunados o incluso volver a aquellos pueblos de nuestros padres recuentro de familia, amigos de pandilla. Juegos en aquellas largas jornadas, paleta de colores; el blanco deslumbrante de las fachadas, el dorado de los campos y el brillante reflejo de aquel rio con aguas cristalinas. Días largos de juegos, amalgama de recuerdos;  pan y chocolate, mercromina para las heridas de guerra, la larga espera hasta hacer la dichosa digestión para poder bañarse, las fiestas del pueblo, los parientes lejanos con besos sonoros.


Miro el reloj, marca altas horas de la madrugada, esperaré a ver el amanecer, asistiré a ese espectáculo, esa lenta transición entre la oscuridad y la luz, ese momento mágico que nos invita a vivir un nuevo día, en el que el ayer se desvanece, el pasado queda atrás y se nos da la oportunidad de un nuevo comienzo en el que vivir el presente con la esencia de nuestros recuerdos.

Volver a la Portada de Logo Paperblog