Noche Pagana de Cano Diaz

NOCHE PAGANA

Por Ig psicologocano

Para nuestro pequeño grupos de locas aquelarres, dueños de la bohemia y la risa fácil, Valparaíso comenzó a llamarse Pagano.

Una escapada al puerto patrimonio cada dos semanas nos conducían siempre al mismo lugar. Una tarde en jardines del mar de Reñaca para luego iniciar el viaje estudiantil a la perdición. Puede sonar mucho al leerlo, sin embargo la intensidad de la bella juventud nos hacía brillar como destello de luna en el mar.

Cada uno con sus particularidades lograbamos hacer el encuentro perfecto para cualquier ocacion. Lasrisas estaban a cargo de Ylan, un imán de energía que nos abría paso entre tanta mirada y glamurosa presencia de los asistentes, los trapos de la abuela no podían tener un mejor final que aquella catacumba lujuriosa, algo que hoy muchos se perdieron, el encanto de esa época solo brilló para pocos.

Majo y Pollo de la logística y vestimenta, ambos hermosos y un atractivo que superaba al Chileno promedio, dejándonos como los mejores teloneros de la fiesta de rock nocturna y adictiva.

Con Dick nos sumamos a la clandestinidad de la noche, miradas y gustos cómplices abrazaban nuestra espera en el lugar.
Cada noche una aventura de cama incierta, cada despertar un brújula perdida, los regreso a casa siempre fueron una misión muchas veces imposible de cumplir, cada microbús era una máquina del tiempo que nos dejaba instalados en cualquier carretera o pueblo cercano.

En una ocasión junto a Ylan, el despertar fue incierto en tiempo y espacio, alterando nuestro sentido de realidad. Yo como el mejor maniquí de tienda exclusiva llevaba más accesorios en mi cuerpo para cuidar que mi propia vida, le digo a Ylan en un desierto despertar; » nos pasamos¡¡» .

Lo primero era saber si estaba completo, los besos y el sexo ya había sido robado, intercambiado o posiblemente ofrecido al baile en medio de la fogata imaginaria donde homosexuales, brujas y hechiceros éramos quemados con música y alcohol. Me reviso; la chapita, la chaqueta, el maquillaje y la billetera.

Mientras tanto Ylan solo reía al darse cuenta que el regreso significaría una nueva travesía, habíamos despertado en Limache volver a Reñaca seria un nuevo plan que inventar, los sentidos alterados nos equivocaban el camino, también perdimos la intuición de la ruta.
Mi lógica si puedo llamar a ese estado mental me hacían pensar que toda carretera era en un sentido, por lo tanto iniciamos camino cerro adentro en búsqueda del regreso.

Caminamos y jamás nos cansamos de caminar, buscando un paisaje conocido, un rostro amigable o por último una liebre salvaje que nos dijera que había vida en ese lugar. Caminamos tanto que la arena y sudor esfoliavan nuestros pies.
En un momento de reflexión nos miramos y entre risas que jamás faltaban nos dijimos » seguimos perdidos». Como llegar a casa Dick, necesitábamos un milagro y un mensaje claro de la NASA, de lo contrario la noche volvería a darnos claridad.

En ese momento reflexionamos lo siguiente » posiblemente la carretera era doble pista» lo cual significaba que el mismo tiempo invertido en dunas y bosque adentro, sería el mismo tiempo para regresar, volviendo a la zona cero.

Una vez que regresamos logramos corroborar nuestra hipótesis y si, un gran si entre carcajadas y baile, la pista era de dos sentidos, ahora solo teníamos que esperar el bus que nos devolvería a la ciudad de los teem y pelos platinados, donde mi chaqueta y mi chapita no encajaba para ellos e incomodaba como nos justaba

Como milagro de Domingo, nos ubicamos cerca de la iglesia de San Expedito, donde nos encontramos con el resto de ovejas negras que se entregaban al sacrificio pagano.
Ese día Reñaca tuvo su primer punto negro de risas y cuerpos lujuriosos, entregados a las noches de losplaceres. Eramos los únicos que sin esconder cadenas, cuero y alfileres junto a un negro riguroso, tomábamos sol entre tanto cristiano arrepentido de la noche anterior, tanto sida trasmitido escondido entre pequeños bañadores y cuerpos trabajados. Tanta ETS para una sola farmacia.