Después de visitar el Bryggen, el Fisketorgen y el Fløibanen, solo nos quedaba pasear tranquilamente por las calles de esta ciudad, donde llueve una media de 275 días al año.
Capital Cultural Europea en el 2000, turísticamente se la conoce como el portal de acceso a los fiordos y es la ciudad universitaria por excelencia en Noruega, así que no es de extrañar la gran cantidad de gente joven que podemos encontrar en una ciudad repleta de vida nocturna.
Hay que destacar el Lille Lungegardsvann, un lago artificial en el centro de Bergen.
También nos dimos una vueltecita por la zona peatonal de Torgalmenningen, la principal calle comercial y donde sin duda llama la atención la enorme escultura con representaciones de vikingos, reyes medievales, comerciantes, pescadores,… y en definitiva los diferentes sectores de la sociedad e historia noruega.
Y coincidió que estuvimos en Noruega, justo cuando se dio el peor atentado de la historia del país, en Oslo. Así que el ambiente y las muestras de apoyo a los fallecidos, eran muy patentes en algunas de sus calles.
Poco más queda por decir de Bergen, al día siguiente salíamos prontito hacia Stavanger y nos esperaban casi 5 horitas de carretera.
Próxima parada Stavanger…
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