Nuestro inicio de curso en La Serrada

Esta mañana cuando iba en el coche escuchaba en una emisora de radio nacional como una de las noticias destacadas de la jornada de hoy lunes 10 de septiembre era "La vuelta al cole". Y pensaba cómo para nosotros también hoy era un inicio, pero no al cole.

Quizás las personas que estaban por aquí hace unos meses saben que Alejandro había empezado en septiembre del año pasado en una escuela rural. Diversas circunstancias, nos hicieron plantearnos esta decisión durante este verano, y decidimos apostar por un cambio hacia un proyecto de educación alternativa que hay en nuestra zona y que muchos conoceréis: La Serrada.

Como podéis ver en su página web, "basado en tres principios fundamentales: el respeto, la autorregulación y la democracia participativa".
Como todo nuevo proyecto (para nosotros, ya que La Serrada lleva años de camino) que se inicia ha generado ilusiones, expectativas positivas y mucha energía en el seno familiar.

Y lo dicho: hoy era nuestro primer día allí. Hemos pasado la mañana junto con los otr@s compañer@s en el espacio y a estas horas me siento reconfortada. Le he visto a él a gusto, conociendo el espacio, los materiales, a los compañer@s, a los acompañantes... Solicitando mi presencia cuando le era necesario y verificando que estaba cerca de cuando en cuando. Por mi parte, no me he sentido "fuera de sitio", y confío en que en un plazo de tiempo (siento y percibo que corto) será "nuestro sitio".

Miro unos días atrás cuando comunicamos la noticia a unas personas queridas y nos dijeron con mucho cariño: "A ver si ésta es la buena". Y fui capaz de acoger estas palabras sin sentirme juzgada, sino comprendiendo que el punto de vista era distinto, y que debía respetarlo. Igual que ellos, hace unos años (no demasiados), yo misma pensaba que podía tener muchas cosas planificadas de mi vida: estudiar la carrera, casarme, trabajar, tener los niños, escoger un cole que diera buenos resultados académicos... Todo como un guión estático que seguir, sin demasiados cambios ni alteraciones, como estaba establecido. Y claro, desde ahí comprendo esas palabras que me dirigieron: en un par de años, un par de inicios distintos.
Desde mi óptica actual (que no por ello es la correcta ni la mejor), siento que las páginas de mi/nuestra vida como familia y como persona no están escritas. Que la vida es un constante cambio y que desde ahí, las decisiones a tomar se han de ajustar a las circunstancias del instante. Decisiones sopesadas y con cabeza (y mucho corazón también), pero que me permiten mirar al futuro sin demasiada carga y sí con mucha esperanza.

Sé que muchos nos acompañáis en este camino. Un abrazo.