Revista En Femenino

Nuestro parto feliz: Natural, respetado y no medicado. Parte I

Por Amormaternal
Nuestro parto feliz: Natural, respetado y no medicado. Parte I
Share/BookmarkCuando quedé embarazada, entendí que en todo esto, quien tiene el papel principal, es la naturaleza. Es ella quien hace que tus hormonas cambien incluso tu forma de pensar… Hay muchísima literatura acerca de los cambios fisiológicos que ocurren durante el embarazo, y como odontólogo conocía buena parte de ellos. Lo que más me sorprendió fue la parte psicológica, la manera en que te preparas mentalmente para compartir tu cuerpo y tu vida con una persona que se forma dentro de ti. Es algo tan cotidiano, ver una mujer embarazada, sin embargo llegado el momento del parto, cuando ves por primera vez la carita de tu bebé, caes en cuenta de que todo esto ha sido un verdadero milagro…
Volviendo al tema de las hormonas, a mí me produjeron un profundo sentido de respeto hacia la naturaleza, que siempre he tenido, pero cuya admiración se acrecentó casi infinitamente durante la gestación. La manera tan perfecta en que el cuerpo sincroniza la formación de cada célula de tu retoño, la cronología con la que aparece cada cambio corporal en la mujer. Lo más fascinante para mí fue sentir surgir el instinto animal en mí, y tomar consciencia de mi cuerpo durante el parto. Es hermoso, dejarse llevar, sentir que tu cuerpo sabe hacer esto. También es de gran ayuda contar con el apoyo de personas que están en tu misma línea de pensamiento para no sentirte contrariada en un momento tan especial.
Para esto es importante en primer lugar saber lo que tú quieres, el parto que tú deseas. He leído, visto y escuchado, gran cantidad de testimonios de parto, y lo que concluí es que el tipo de parto que tuviera a fin de cuentas una mujer, si bien es importante, es menos crítico que el respeto hacia su persona, sus principios y convicciones. Sé que algunas cesáreas son necesarias, pero otras son provocadas innecesariamente, sobre todo con el uso indiscriminado de la oxitocina sintética, causando en la mujer frustración por la sensación de que en lugar de dejarla (o asistirle o ayudarla a) parir, la habían parido. Es decir; los médicos habían prácticamente sacado al bebé, sin dejarla ser protagonista, ni siquiera partícipe, aún teniendo la disposición y capacidad para hacerlo. Otras cuentan que habían acelerado el proceso del parto, cuando ni ella ni el bebé se sentían fisiológicamente preparados para el gran paso, la mayoría de las veces por conveniencia médica, dejando a la mujer con un sabor amargo que gradualmente van superando con los años y con las alegrías que les regalan a diario su(s) hijo(s).
En el siguiente video pueden ver la cascada que ocurre la gran mayoría de las veces que un parto es inducido. Oxitocina sintética. La mujer no dilata. El dolor de las contracciones se hace insoportable. Epidural. Más oxitocina. El nivel de dolor causado por las contracciones provocadas por la oxitocina sintética supera el nivel de anestesia de la primera epidural. Otro epidural. No dilata suficiente. Las contracciones fortísimas y larguísimas causan sufrimiento fetal. Si logra parir en estas condiciones, muchas veces acabará con episiotomía. De lo contrario: cesárea. ¿Sigo? Dificultades para establecer la lactancia, el vínculo afectivo, mientras la mujer se recupera de una cirugía abdominal mayor, con todo lo que aquello implica.

Cada mujer es un mundo. Uno de los ginecólogos que me revisaba durante el embarazo me contó que tenía una paciente que en la consulta de las primeras semanas le comentó que no quería parir, que continuaría controlándose con él siempre y cuando accediera a realizarle una cesárea directamente. No sé si esta señora cambió de parecer a lo largo de su embarazo, pero oyendo su convicción desde el principio, no creo que tendría la misma sensación de frustración que una mujer que quería parir y fue inducida, por ejemplo porque el médico no quería que le molestaran el fin de semana, y acabó en cesárea…
Desde niña siempre he necesitado tener la máxima información posible antes de cualquier procedimiento, y con esto no quiero decir que el parto lo sea, lo definiría más bien como un proceso fisiológico que requiere de cierta asistencia, sea de un obstetra o de una matrona, más no necesariamente intervención. Cuando me sacaron las cordales, y perdonen la comparación - en realidad no tiene cabida - sólo para comentarles que quería saber todos y cada uno de los pasos que realizaría el cirujano, para saber más o menos a qué atenerme, y así estar serena durante las exodoncias. Todo esto para decirles que investigué muchísimo durante mi embarazo, pasé prácticamente la totalidad de los 9 meses leyendo libros y páginas web sobre el tema. Estuve en negación más o menos hasta el séptimo mes, (no quería pensar en el parto porque me aterraba) y sólo quería disfrutar de mi pancita, de sentirme acompañada, de saber que crecía sanamente, de soñar con su hermosa carita (que por cierto era exactamente como la soñé).
Esta historia continuará…
Cuéntanos… ¿Qué te causó mayor fascinación durante tu(s) embarazo (s)?
Nota: No encontré el video en castellano, ni con subtítulos, pero el párrafo inmediatamente anterior a él narra a grosso modo lo que se dice en él.
Foto © Steve Hix Somos Images Corbis

Volver a la Portada de Logo Paperblog