Revista Viajes

Nueva Delhi

Por Unofrentealmundo

Bienvenidos al cuarto destino del mes viajero de Uno Frente Al Mundo: Nueva Delhi, uno de los destinos más exóticos del mundo, Este destino es de la mano del blog Banderas del Mundo, gracias a este blog que me ha facilitado toda la información para esta entrada. Descubrí esta entrada buscando información sobre Nueva Delhi y me provoco mucha gracias el nombre de su entrada. Como visitar Nueva Delhi y no morir en el interto. Aquí os dejo todo la entrada que el publicó sobre esta ciudad.

Para mí, India es uno de esos lugares que me produce un placer indescriptible…

Mi historia en India empieza cuando mi hermanito se fue de intercambio a una ciudad que se llama Indore y que está ubicada a medio camino entre Mumbai y Nueva Delhi. De Indore no les voy a hablar porque nunca fui, pero de lo que sí les voy a hablar es de mis días en Nueva Delhi, la capital de India. En todo caso mi hermano nos pidío todo el año que estuvo en India para que mi tía y yo lo visitáramos. Mi tía se moría por conocer India y yo ya había llegado a un punto en el cual no encontraba más excusas que inventarme con tal de no tener que ir. Y es que tengo que confesarlo: India nunca me llamó la atención. Cada vez que oía hablar de India se venían a mi cabeza imágenes de pobreza extrema, suciedad, caos y ruido por todas partes. Yo soy amante de las grandes ciudades, me encantan, pero sí me gusta que esas grandes ciudades al menos sean limpias y medianamente ordenadas. Repito, nunca me llamó la atención India.

Después de perder la batalla con mi tía y mi hermano llegamos a un acuerdo: yo pasaba 15 días en India y luego ellos me acompañaban a los países que yo sí quería conocer: Omán, Emiratos Árabes, Qatar y Turquía. Buen negocio, ¿no creen? Y bueno, armamos maletas, recorrimos medio mundo con mi tía y llegamos a Nueva Delhi después de más de 25 horas de vuelo. Mi hermanito, que ya era hippie antes de irse, estaba aún más hippie esperándonos en la salida del Aeropuerto Internacional Indira Ghandi… Mis días en India habían empezado.

Y así como mis días en India, también había empezado la confirmación de todo lo que yo pensaba que era India. La pobreza estaba por todas partes, el caos ni se diga, la suciedad era extrema y yo, claro, estaba a punto de colapso. Eso sí, era un caos y una suciedad extrañas. Sobra decir que yo he recorrido África de arriba a abajo y allá ni la suciedad ni el caos me molestaron, es más, me encantaron. Ésta era una historia diferente, era un mundo diferente.

Y aquí fue cuando tomé la mejor decisión de mi viaje: iba a dejar de sufrir por todo lo que me mortificaba de India y me iba a dedicar a disfrutar lo que el país tenía para darme. Seré sensato y le haré justicia a India: es un lugar maravilloso. Eso sí, es un lugar que no es para todo el mundo y un lugar que le exige a uno salirse de sus preconcepciones del mundo, pero es un lugar maravilloso. Me dediqué entonces a ver museos, mezquitas, castillos, jardines y todas las joyas que India tiene para ofrecer… fui un niño feliz. Sin embargo, repito, ya disfruté India y la disfruté demasiado, pero me alegra no tener que volver. Y es que esa afirmación la hago por lo siguiente: si bien uno se dedica a empaparse del lugar y a experimentar cosas que no viviría en otros lugares, la realidad te golpea cada minuto. Es muy difícil sentirse cómodo en un lugar que, como Nueva Delhi, te excede en absolutamente todo. 24 horas al día estás expuesto a situaciones y costumbres que no sólo no conoces sino que no compartes y, en muchos casos, como latinoamericano, son completamente inaceptables. Razón tenía mi profesor de la universidad cuando decía que uno a India o la ama o la odia, pero no hay punto medio. Yo fui justamente uno de los que la disfrutó al máximo pero la odió.

Bueno, ahora sí a lo que vinimos. Como el objetivo de esta entrada NO es desanimarlos para que vayan a India – de hecho creo que todos deberíamos visitarla al menos una vez en la vida – sino darles algunos consejitos para que un pseudo-occidental como yo no muera en el intento, empezamos con mi lista de hoy:

1. Espere SIEMPRE lo inesperado

Nueva Delhi.
Señal en el estacionamiento del Aeropuerto Internacional Indira Ghandi de Nueva Delhi

Uno esperaría que en cualquier lugar público hubiera señales de “Prohibido fumar” o “Prohibido beber alcohol”. Esas me las puedo imaginar. Lo que no entiendo es por qué, en un lugar público como el aeropuerto de Nueva Delhi deben existir señales que le prohíban a uno cocinar o escupir en el piso. Desafortunadamente no me dejaron tomarle foto al letrero que había ADENTRO de la zona internacional del aeropuerto de Nueva Delhi – es decir, antes de pasar inmigración – que tenía exactamente las mismas advertencias: no escupir y no cocinar. Y claro, si uno ve esa señal justo después de bajarse de un vuelo de 9 horas desde París, lo primero que uno piensa es: ¿dónde carajos me metí?

Nueva Delhi.
Estación del tren en Nueva Delhi

Luego, cuando visité la estación central del tren, entendería la importancia de prohibir cocinar en el aeropuerto de Nueva Delhi. Había familias bastante numerosas – estoy hablando de no menos de 10 personas – sentadas en el piso de la estación del tren cocinando y comiendo con sus manos la comida. Hay que aclarar que esto lo hacían en un lugar que estaba completamente lleno de personas a tal punto que era casi imposible moverse porque a uno lo empujan y lo pisan sin ningún reparo. Además, el problema no eran sólo las personas… en un momento alcancé a ver 2 ó 3 ratas pasando a centímetros del lugar donde la familia estaba comiendo.

En India… normal. Para mí, uno de los grandes shocks que me produciría Nueva Delhi.

2. Maravillas culinarias… en la calle

Nueva Delhi.
Postre indio callejero bastante aromatizado

Según mi hermano que había vivido en India durante un año, las grandes maravillas culinarias de India están en la calle, y claro, se empeñó porque mi tía y yo probáramos todo lo que la gastronomía de las calles indias tenía para ofrecer. Yo pensé, si este niño sobrevivió a un año de comida callejera, yo también puedo. ¡GRAVE ERROR! Arriba en la foto está un postre que mi hermano me hizo comer el primer día que estuvimos en Nueva Delhi. ¿Cómo lo puedo describir? Extremadamente aromatizado… producía una de esas sensaciones que genera comerse una barra completa de halls de los fuertes – justo como en el comercial de halls-. Pero no sólo fueron los aromas, el postre se lo hacen comer con unas hojas algo babosas y unas frutitas rojas que aún no sé qué eran. En su momento fue una experiencia interesante, lo grave vino después. No incurriré en narraciones desagradables… sólo diré que mi estómago no estuvo muy de acuerdo con probar las maravillas culinarias callejeras indias.

Recomendación: pruebe lo que quiera probar pero NUNCA en la calle. Los restaurantes de la ciudad son mucho más aseados y ofrecen todo lo que usted podría probar en la calle. Su estómago se lo agradecerá.

3. El concepto de “espacio vacío” no existe

Nueva Delhi.
Multitud en los jardines de la Puerta de India en Nueva Delhi

Como estamos hablando de un país con más de mil millones de personas, este punto es más que obvio. No espere NUNCA estar solo en algún lugar. La gente abunda en absolutamente todas partes y no va a encontrar un espacio vacío en ningún lugar de la ciudad. Pero el problema no es sólo la cantidad de gente sino lo que esa gente hace. El concepto de “espacio personal” no existe. Las personas le caminan a uno al lado y eso implica que a uno lo pisan, lo empujan, le untan el helado que se están comiendo y siguen como si nada. En India, eso no es un problema.

Recomendación: Asimile la cantidad de personas y trate de ignorarlas… de lo contrario India será un infierno para usted.

4. El agua potable no es potable

Nueva Delhi.
Bebedero de “agua potable” en las calles de Nueva Delhi
Nueva Delhi.
Bebedero de agua en el Fuerte Rojo

Por todo Nueva Delhi usted encontrará bebederos con señales que indican que el agua es potable. Ahora, yo no puedo decir con toda certeza que el agua efectivamente no fuera segura para beber, lo que sí les puedo asegurar es que, tan pronto uno ve el estado del bebedero, NO tomar agua de ahí se convierte en la opción más sostenible en el largo plazo.

Recomendación: Entienda que su estómago no está acostumbrado a la India y trátelo con cariño. Un sorbo de agua de uno de estos bebederos lo puede depositar en un baño por 3 días.

4. Los conductores están poseídos por el mismísimo demonio

Nueva Delhi.
Taxis conocidos como “toc-tocs” en Nueva Delhi

Yo soy de Bogotá, créanme que estoy acostumbrado a un montón de conductores maniáticos conduciendo por las calles de mi ciudad. Sin embargo, Nueva Delhi me demostró que los colombianos somos uno de los pueblos más civilizados que existe en este planeta cuando se trata de conducir.

El conductor indio promedio pita en promedio unas 782 veces por segundo. ¿Por qué? La respuesta es fácil: pita para informar que va pasando, pita para que el de al lado se mueva, pita para que el peatón corra raudo y veloz y no termine atropellado como un sapo en la mitad de la vía, pita porque una paloma iba volando sobre el carro, pita porque no tenía nada más que hacer, pita porque no había pitado en 32 milésimas de segundo… En fin, pitan por TODO. Obviamente después de 10 minutos de esta pitadera tan horrible, usted quiere que le arranquen la cabeza y la pisen repetidamente con tal de no tenerla que seguir oyendo.

Ahora, no contentos con todo lo anterior, todos los carros tienen atrás un letrero que dice “PLEASE HORN”… sólo en caso de que a alguien se le olvide que hay que pitar insistentemente. Empaque y vámonos.

Nueva Delhi.
Carro en contravía en una gran autopista en Nueva Delhi

Pero el único problema con los conductores indios NO es el pito. En la imagen de arriba vemos cómo el conductor del vehículo de la izquierda no tuvo ningún problema en ir en contravía por una de las autopistas de Nueva Delhi. Sí señores, segundo problema de los conductores indios: no importa el sentido de la vía, uno va para donde le da la gana y por donde le da la gana. Fácil.

Para terminar nuestra sección de conductores indios, los taxis “toc-toc” que les mostré arriba tienen la particularidad de ser como la bolsa del Gato Félix, ¿se acuerdan? Uno puede montar una persona, dos, tres, cuatro… siete, ocho, diez. No importa, el número de personas que usted desee montar SIEMPRE cabe. No es extraño ver un carrito amarillo de estos con gente saliendo por las ventanas recorriendo las calles de Nueva Delhi a 120 kms/h… básicamente porque tampoco les importan los límites de velocidad. Eso sí, lo bueno de montarse en un toc-toc es todos sus parásitos se mueren al instante y usted se baja como nuevo.

5. Las apariencias engañan

Nueva Delhi.
Calle en Old Delhi

Y sí, las apariencias engañan. Si yo viera esta calle en cualquier ciudad de América Latina saldría corriendo como si me estuviera persiguiendo la mismísima muerte. En Nueva Delhi, el desorden y la suciedad están a la orden del día. De hecho, la calle que ven arriba no es más que una calle comercial cualquiera en la que a uno no lo roban, no lo matan, no lo secuestran para terminar en una red de tráfico de órganos… nada. Es una calle cualquiera.

Recomendación: Entienda que todos, absolutamente todos los edificios tienen una capa de polvo que llega a los 2 cms de grueso y que eso es normal. No se escandalice y no sufra. El único que pierde es usted.

6. No, no hay necesidad de cestos para la basura

Nueva Delhi.
Calle en Nueva Delhi

¿Y es que para qué seguir esa vieja y detestable costumbre de Occidente de ubicar cestos para la basura en todas partes cuando podemos simplemente tirar la basura al piso? Pues sí, no vi una sola cesta para la basura en todo Nueva Delhi así que si tiene el papelito del helado que se acaba de comer y no sabe qué hacer con él, la respuesta es fácil: bótelo al piso. Hay 14 millones de personas más que lo han estado haciendo durante los últimos siglos así que la diferencia no es mucha.

7. Nunca use medias rotas… NUNCA

Nueva Delhi.
Zapatos afuera de la Gran Mezquita de Nueva Delhi

Lo más maravilloso de Nueva Delhi – y esta vez NO estoy siendo sarcástico – son sus monumentos. Las mezquitas son increíbles, los castillos simplemente te quitan la respiración, los templos son de otro mundo… en fin. Los monumentos de Nueva Delhi son LA JOYA y además la razón por la que uno no se puede perder esa ciudad. Sin embargo, en la mayoría de ellos le hacen a uno quitarse los zapatos. Ya sea por respeto o para protegerlos del deterioro, en todos le hacen quitar los zapatos. Entonces mi recomendación es la siguiente: como el 50% del día va a caminar en medias por los diferentes monumentos de Nueva Delhi, simplemente asegúrese que las suyas no tengan rotos. Y se los digo por varias razones. La primera, obviamente sería una vergüenza que lo vieran caminando por la Gran Mezquita con rotos en sus medias… no señores, un poquito de clase. Y claro, la segunda y la más importante: no sería raro que el piso de la Gran Mezquita estuviera lleno de mierda de palomas… les garantizo que ustedes no quieren que la más mínima molécula de esa mierda entre en contacto con sus pies a través del tímido hueco que tenía su media, ¿no creen? ¡Pilas pues! ¡Medias SIN huecos! Ya se les dijo, después no se quejen.

8. Evite mostrar piel

Y no puedo enfatizar lo suficiente en este punto: EVITE, A TODA COSTA, MOSTRAR PIEL. Las razones a continuación:

Si usted es mujer, mostrar piel le significará tenerse que cubrir del cuello hacia abajo cada vez que entre en una mezquita o templo. Hasta acá no hay ningún problema… el asunto es que si usted no tiene con qué cubrirse, ellos muy amablemente le prestan un vestido laaaaaaaaargo que le tapa todo lo debió estar tapado desde el principio. Nuevamente, hasta acá sin problemas. ¿Pero qué pasa si les digo que el vestido que les prestan lo han usado 19283792837429 turistas antes que usted y probablemente no lo han lavado hace 2 décadas y media? Pues sí, el vestido que le prestaron a mi tía olía a axila de mapache sudado y la pobre mujer sufrió todo lo que no está escrito tratando de quitarse ese olor de encima por la noche. Repito: Evite a toda costa mostrar piel.

Si usted es hombre, mostrar piel le significará que todos y cada uno de los niños que hay en las calles de Nueva Delhi le pidan dinero mientras le tocan, cogen, untan y manosean el brazo. Como les había dicho, el espacio personal en India no existe y un brazo destapado es una incitación directa a un “tóquenme repetidamente”. Repito: Evite a toda costa mostrar piel.

9. Los animales serán sus compañeros inseparables

Nueva Delhi.
Monos sobre el Fuerte Rojo

En la gran mayoría de ciudades del mundo, si usted quiere ver animales simplemente va al zoológico. Nueva Delhi tiene una ventaja y es que le ahorra tener que irlos a visitar… básicamente porque están en todas partes. Monos, ratas, jabalíes – o algo que se les parecía -, camellos, vacas y hasta elefantes recorren las calles de Nueva Delhi con la mayor naturalidad del mundo. Los monumentos están llenos de monos, en las calles le toca esperar a que a la vaca le dé la gana de moverse para poder pasar y cuando menos lo espera, un señor montado en un elefante o en un camello cruza la calle al frente suyo.

Recomendación: No se escandalice y, sobre todo, NO LOS TOQUE. Una mordida de uno de los monos del Fuerte Rojo terminará, sin duda alguna, en una visita al hospital más cercano… y créame, en India usted no quiere terminar en un hospital.

10. Por último: no hay escapatoria

Nueva Delhi.
Café Coffee Day en Nueva Delhi

Por último, y tal vez uno de los consejos más valiosos que les puedo dar es el siguiente: No hay escapatoria. Pero, ¿a qué me refiero con que no hay escapatoria? La historia es la siguiente. Luego de 5 días en Nueva Delhi, mis niveles de tolerancia con la ciudad habían llegado a su punto máximo. Ya no quería ver más mierdero, no quería suciedad, no quería psicópatas al volante, no quería vacas ni monos en mi camino, no quería nada. Decidí entonces decirle a nuestro guía que me llevara a un café “decente” mientras mi tía y mi hermano seguían caminando por las calles de la ciudad. El guía accedió y me llevó a un Café Coffee Day – la versión india de Starbucks – que estaba cerca. Yo había llegado al cielo… me senté, me relajé, empecé a leer un libro sobre Asia Central que había comprado y pedí un café latte. ¡GRAVE ERROR! En India, la leche no viene de las vacas como en el resto del mundo sino de las búfalas y es EXTREMADAMENTE grasosa. No pude tomarme el latte, básicamente porque era el café más horrible que había probado en mi vida. Procedí y pedí un café negro, así me quitaba el problema de la leche de búfala de encima… y justo cuando me lo estaba tomando plácidamente, una estampida de ratas cruzó el local de lado a lado. Casi colapso.

Pero bueno, lo único que me había dejado claro la leche de búfala y las ratas del lugar es que, en Nueva Delhi, no hay escapatoria. Si ya se metió en Nueva Delhi, disfrútela, vívala y súfrala hasta el último minuto que esté allá.

Y hasta aquí llegamos con mis consejitos para sobrevivir Nueva Delhi. Les repito, es una ciudad que hay que visitar pero hay que hacerlo con una mente abierta – que yo tal vez no tengo… o al menos no en los niveles requeridos por Nueva Delhi -.

Por último, si usted es de esas personas que AMÓ Nueva Delhi, tenga la gentileza de decirme cómo carajos hizo para sobrevivir y además querer volver a ese mierdero. Yo, al menos por ahora, estoy feliz de haber ido… básicamente porque no tengo que volver. Nos vemos en una próxima oportunidad y espero que los consejos les hayan servido para algo. ¡Adiós pues!

Muchas gracias por tu ayuda. Aquí os dejo la dirección del blog de la cual he obtenido esta información. http://www.blogdebanderas.wordpress.com


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