Nueva Sección "Me engañaron pero soy feliz"

Por Mila desde Chile
¡Me engañaron pero soy feliz!

En esta sección encontrarás esperanzadoras historias de renacer, relatos de hombres y mujeres que han descubierto la felicidad tras sufrir por la infidelidad de su pareja. Todos los meses tendremos una historia distinta. Si quieres compartir la tuya, escríbenos a comunidad@bebloggera.com. Siempre cuidaremos tu identidad.

Maite, feliz desorden

A veces necesitas que tu mundo se derrumbe para abrazar una vida mejor... 

Vogue Italia

Hoy soy feliz y me encanta decirlo. Lo repito muchas veces al día porque, la verdad, creo que nunca lo fui antes; sí, tuve mis momentos buenos, pero nunca me di la posibilidad de conocerme a mí misma, de sacarme todas las estructuras y reglas que, sola yo, había creado para mi vida. Bueno, esas reglas desaparecieron, se fueron a la mierda. Un día un hombre fue el encargado de decirme, de la manera más bruta posible, que todo lo que había planeado en vida ¡se cagó! Ya no existía.Esta es la historia de cómo me engañaron...
... Tuve una relación de diez años con Julio. Nos conocimos en la universidad, los dos estudiábamos arquitectura; el primer año nos pusimos a pololear y así fue hasta que nos titulamos. Hacíamos todo juntos, los trabajos, el título, todo. Éramos muy serios, Julio había tenido alrededor de cinco pololas anteriores a mí, sin contar unas aventuras de verano antes de conocerme, pero para él, ese tipo de mujeres no valían la pena. Bueno, para no aburrirlas, luego de diez años de esta relación plana donde viajamos, lo pasamos muy bien (aunque Julio cada vez estaba más metido en su mundito interior) y donde yo estaba enamorada, decidimos casarnos. Yo me decía: Nos complementamos, lo amo y ya corresponde. Pero en mi lista de planes estaba hacer un viaje a Europa con amigas antes de casarme; aquella lista era así: Estudiar - Postgrado - Trabajo - Viajes - Trabajo - Vivir sola - Matrimonio - Luna de miel - Hijos - Perros - Nietos.Está súper ordenada ¿no es cierto? ¡Bueno, miren como se arruino todo este puto orden!
Siendo fiel a mi lista me fui a Europa, recorrí todo y aproveché para comprar mi vestido de novia en España, siempre quise un "Rosa-Clara" y encontré el soñado en una mini rebaja, ¡jajaja! Lo compré. Era hermoso, era lo más hermoso de todo. ¡Ufff! Dios sabe cuánto quería ponerme ese vestido y cómo quería casarme, pero no fue posible. Al llegar a Chile y sin sospechar nada, lo juro, nada de nada, no tenía ni la más mínima intuición... invité a comer a Julio (ojo yo invité, la pelotuda), y después de comer me dice:- Maite, ha sucedido algo, hace algún tiempo yo he estado con otra mujer y esa mujer está embarazada.- ¿Ah? Noooooooooooooooooooo, no es verdad.- No se cómo decirte que ya no eres la persona que más amo en esta vida. - ¡Qué pelotudo!, ¿qué me estás diciendo, dejas embarazada a otra y aparte te enamoras? -pobre de mí-. - ¡No! No lo dijo por la mujer, lo dijo por la guagua. - Perdón.

Le dije que deseaba que se muriera, que se metiera esa guagua y a su puta por el orto. Nunca más hable con él y él, nunca me buscó, cosa que me dolía mucho. Sabía por amigos que era un buen papá y amaba a esa niña que tuvo. ¡Mierda se hizo cargo, no! Yo quería que la dejara, pero me sentía tan mala también por sentir esto. Fueron los días más horribles de mi vida, pasaban de a poco, yo lloraba día y noche, faltaba al trabajo... Un día me topé con la mamá de Julio y casi ni la saludo, después recibo un mensaje de texto de ella “¿Por qué esa carita conmigo?” ... ¿Será porque tú pariste a ese hijo de puta, ¡vieja tonta!? (no respondí nada en verdad).

                                                             
Como odié a ese mal parido de Julio, por su culpa nunca más tuve un orden, nunca más fui estructurada. Me hice una terapia y por su culpa, soy libre y espontánea. No tan así como por su culpa, no le demos tantos méritos, yo supe salir de la situación. Gracias a que no me casé con Julio hoy sí sé lo que es la pasión, lo que es vibrar. Conocí a Mateo siendo yo muy yo, primero quedé embarazada, ¡jajaja! ¡Qué desorden! Después nos fuimos a vivir juntos y luego nos casamos sin vestido de novia. Hoy tenemos dos hijos y amo a mi marido, él es el amor de mi vida y me aterra pensar que nunca lo hubiera conocido si no hubiera pasado lo que pasó. Sí, sufrí. ¡Sufrí mucho! Pero si es necesario aquel sufrimiento para vivir esto... Entonces no es nada. Cuando miro a mis hijos me acuerdo de la frase del pobre Julio (que hoy embaraza a todo lo que se le cruza y es feliz a su estilo) “Ya no eres la persona que más amo en esta vida...”. Ahora la frase cobra sentido.
                                                                      
¿Cómo en diez años dos personas fueron dos completos desconocidos? ¿Pero a la vez eras más que tú misma?
Ya no me importa, aunque igual todo es loco. Fueron diez años, ¡ni con Mateo llevo diez años! Pero el tiempo dice algo en las relaciones. ¡NADA! Todo es la conexión, los sentimientos, lo que se da y lo que una está dispuesta a dar y recibir. Hice la vista gorda a los órdenes de la vida. Sí, soy ordenada, pero me di cuenta que no sirve de nada si no estás en la frecuencia o en el lugar indicado, menos aún si haces las cosas solamente porque deben ser. Sí, me engañaron, me engañó Julio y me engañé yo, por no ver lo que era obvio. ¿Y qué tanto? Si total soy feliz. Y lo que tengo vale todo tipo de pruebas. Soy quien soy por mi historia.