La moda es cíclica, cuando creíamos que habíamos sepultado para siempre en el olvido algún estilo, este vuelve a resurgir de sus cenizas, cual Ave Fénix. De hecho, en los últimos años hemos sido testigos de un resurgir de modas que pertenecieron a décadas pasadas. El mundo de la música no ha permanecido indiferente a esta tendencia por lo que en los últimos tiempos hemos podido disfrutar de varios vídeos con estética ochentera. Os proponemos algunos.
Hideway, de Kiesza. El video de la cantante norteamericana Kiesza ha sido rodado en las calles de Nueva York y tiene un toque muy vintage. De hecho, la propia artista, ya sea por su forma de actuar o por el traje que lleva puesto, nos recuerda a la estrella de los ’80 Cyndi Lauper.
Url Badman, de Lily Allen. En esta ocasión el vídeo está ambientado en una habitación de aires minimalistas. Sin embargo, lo que le confiere su toque ochentero es el estilo musical de la canción y, por supuesto, el vestuario que eligieron los protagonistas.
Boom Clap, de Charlie XCX. Con una ciudad europea como fondo, la cantante británica apuesta por completo por el estilo ochentero. La canción, que fue usada como tema de la Copa Mundial Femenina de la FIFA, en Canadá, ha ganado un disco de plata.
Shake it off, de Taylor Swift. Cualquier coincidencia con “Fame” no es pura coincidencia. De hecho, el vídeo comienza mostrando a la cantante y a un grupo de bailarines que nos recuerda mucho la emblemática serie de los años ‘80.
Casper, de Russian Red. Que no te engañe ese nombre porque se trata de una cantante madrileña de indie y folk. Su nuevo vídeo tiene una estética muy ochentera, donde se aprecia a la cantante vistiendo según la moda de la época y recorriendo las calles de una ciudad norteamericana de noche.
This is how we do, de Kate Perry. No es la primera vez que la joven cantante norteamericana ha buscado inspiración en el pasado, aunque en este caso da un salto a los años ’80. Incluida en el álbum PRISM, este tema ha recibido críticas mixtas, aunque su vídeo, dirigido por el cineasta neozelandés Joel Kefali es harina de otro costal.