Revista Opinión

Obreros de derechas

Publicado el 15 abril 2016 por Msnoferini

trabajadores de derechas

¿Cuántas veces nos hemos hecho la pregunta, las personas que a día de hoy nos consideramos de izquierdas, qué lleva a un triste trabajador a votar y apoyar partidos y propuestas de derechas? O dicho de otra manera: ¿cómo una persona que vive de su salario, en muchos casos miserable, puede apoyar políticas económicas destinadas a favorecer a los que más tienen?

Para darle respuesta a esta pregunta no lo haré en función de exhaustivos estudios y encuestas hechas por importantes universidades, sino simple y llanamente a casos que conozco de mi propio entorno. En ningún momento pretendo hacer un análisis científico sobre la cuestión y mucho menos aleccionar a nadie sobre cuál es el color político más correcto, aunque no le vea excesivo sentido a ser “obrero y de derechas”.

Las personas de izquierdas no pocas veces nos creemos poseedores de la verdad absoluta y de que somos herederos del conocimiento de la famosa intelectualidad española de otras épocas tan dada a tertulias y cafés, pero de lo que realmente somos herederos, en muchos casos, es del gusto por dedicar nuestro tiempo de ocio a frecuentar cafés y bares, donde no pocas veces sale a conversación el tan peliagudo tema de los ideales políticos o de cómo, en referencia a un compañero que probablemente tengamos de cuerpo presente, puede haber votado a este o aquel partido dada su condición de proletario.

¿Cuántas veces hemos intentado aleccionar a nuestros compañeros y amigos sobre lo errático de su pensamiento, y del poco sentido que tiene votar a unos ideales políticos que supuestamente en poco benefician a los trabajadores y a los que menos tienen, pero por lo contrario premian a los que más tienen? Seguramente unas cuantas, pero este tipo de conversaciones, por muy interesantes que puedan parecer, suelen ser estériles desde el punto de vista de obtener un reconocimiento por parte de los aludidos de que ellos estaban equivocados.

Cuando uno comienza a reflexionar del porqué de esta aparente ideología contra natura del obrero de derechas acaba llegando a la conclusión de que las causas deberíamos buscarlas principalmente en la educación recibida y en no pocos estímulos externos.

Es evidente que somos quienes somos gracias a nuestra herencia genética, pero nuestro desarrollo intelectual será una consecuencia muy directa de otro tipo de herencia, la de los ideales, valores y conocimientos que recibimos y mamamos desde nuestra más tierna infancia. La mayoría de nosotros tenemos unos determinados ideales, como podrían ser lo políticos, porque son los que nos transmitieron directa o indirectamente nuestros padres y el entorno donde crecimos, y lo normal es que si nuestra situación socio-económica es relativamente similar, marcando las distancias existentes en cada época, los sigamos compartiendo, a no ser que por algún motivo o motivos se pueda producir un efecto rebote hacia ellos (como se dio en mucha gente que fue adoctrinada en el nacional-catolicismo y viniendo de familias con profundos ideales religiosos han acabado teniendo cierta fobia a la religión y a lo eclesiástico, o mejor dicho han acabado abriendo los ojos).

Pero también habría que preguntarse ¿cómo puede ser que se dé el caso que las ideas políticas de una familia española obrera y de derechas no se hayan ido adaptando y mutando con las nuevas generaciones, teniendo en cuenta las notables diferencias existentes entre la época y el contexto político (la represiva dictadura franquista) en el que vivieron nuestros padres o abuelos y nuestro triste presente?

Pues la razón que yo y seguramente muchos le encontramos viene por los valores que la derecha ha hecho suyos; como podrían ser: patria, familia, moralidad, catolicismo, disciplina, liberalismo; al tiempo que se hacía entender que la izquierda era caos, anarquía, inmoralidad y libertinaje. Y si a eso le sumamos la habitual manipulación y demagogia de comparar los actuales partidos democráticos de izquierdas con algunos regímenes totalitarios o dictaduras ya podremos empezar a entender el porqué del color del voto de ciertas personas y sus ideales, por mucho que puedan parecer totalmente contra natura a su propia situación.

Otra cosa sería la evolución que sufren ciertas personas. Personas que tienen la suerte o la desgracia de ver alterada su situación socio-económica que les lleva a replantearse sus ideales políticos.

Pongamos como ejemplo casos un poco extremos, pero que por desgracia se han dado, como son todas aquellas personas que podían ser votantes y simpatizantes de ciertos partidos e ideales que ante esa estafa a la que llamamos crisis, causa directa del deshumanizado liberalismo económico; amparado y defendido por partidos Populares, Liberales, Conservadores, Demócratas y aquellos que a día de hoy aún se hacen llamar socialistas; lo perdieron todo –trabajo, ahorros, vivienda y salud- lo que les pudo llevar a replantearse sus creencias. O en sentido contrario podríamos hablar de aquellas personas cuyo estatus económico se haya podido ver notablemente mejorado y puedan haber optado por simpatizar con ciertas doctrinas políticas y económicas claramente capitalistas.

Tampoco debemos olvidar como a través de los medios hemos ido recibiendo tantos estímulos o inputs, muchos de ellos en referencia a lo que hemos venido a llamar como “sueño americano”, que no son pocas las personas que han acabado creyendo que el capitalismo y liberalismo económico como el que se da en EEUU es el paradigma de la democracia y es el único que puede garantizar el estado del bienestar. Y si a eso le sumamos el descrédito que sufre a través de los medios, día sí y día también, todas las ideas políticas que podríamos catalogar como de izquierdas podremos entender como a día de hoy aun hayan muchos trabajadores que sigan votando a ciertos partidos sin importarles remar aparentemente contracorriente, que las políticas aplicadas por dichos partidos hayan arruinado la vida a cientos de miles de personas o los múltiples casos de corrupción que puedan haberse dado en ellos, como podría ser en el Partido Popular.

En fin, que cada cual sea consecuente con sus actos e ideales y vote a quien quiera, pero si sabemos ser mínimamente analíticos veremos los resultados de las políticas hechas por quienes defienden los ideales neoliberales, y como un sistema político y económico que apueste por favorecer al Capital y a los que más tienen con la esperanza de que sean ellos los que creen riqueza y trabajo es un error, y en estos últimos años lo hemos podido comprobar. Los ricos cada día son más ricos mientras el resto cada día somos más pobres.

MSNoferini

El Roto.Trabajador de derechas


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