Revista Coaching

Observadores

Por Joseluisp

Observadores

Hay quienes contemplan el mundo como si estuviesen en la butaca de un teatro. Observan cómo los actores interpretan un papel, toman decisiones y ejecutan un guión mientras que ellos se ven incapaces de salir a la escena para asumir el papel de protagonista y tomar las riendas de su destino. Otros prefieren saltar al escenario, ocupar el asiento del conductor y ser ellos quienes, a pesar de las circunstancias, asumen la responsabilidad de lo que les pasa y deciden qué deben hacer para alcanzar sus objetivos.

También hay quienes ven la vida desde el optimismo. Consideran que ésta les ofrece todas las oportunidades para lograr sus aspiraciones y desarrollarse personalmente. Mientras que otras personas perciben el mundo como un entorno hostil, un espacio en el que sistemáticamente aparecen obstáculos que impiden que nuestros sueños se hagan realidad.

Para unos el mundo es un espacio de escasez donde los recursos disponibles son pocos y debemos atesorarlos antes de que ninguna otra persona lo pueda hacer. Otros lo observan desde la abundancia, pues consideran que la vida ya nos ofrece suficientes recursos y oportunidades para todos y no existe ningún motivo para el conflicto o la disputa.

Muchos consideran que las personas son buenas y dignas de confianza, por lo que es posible cooperar y compartir con ellas; mientras que otros consideran que detrás de cada persona hay un enemigo con el que debemos competir, pues cualquier ventaja que tenga sobre nosotros lo convierte en una amenaza para nuestra felicidad.

Hay quienes observan el mundo desde la esperanza, pero también quienes lo hacen desde el miedo, o desde la agresividad. También hay quienes se ven con toda la libertad para explotarlo, para consumirlo y para agotar todo lo que nos ofrece.

Observadores hay tantos como personas pero, ¿quiénes tienen la visión correcta de la realidad? Es posible que todos, o quizás ninguno. Lo importante es que nuestra forma de percibir el mundo nos acerca a unos escenarios posibles, pero también nos aleja de otros. Si su forma de percibir la realidad le acerca a sus objetivos, enhorabuena, está lleno de poder. Pero si su lectura de la misma le aleja de lo que quiere conseguir es posible que el observador que está siendo le juegue una mala pasada.

La buena noticia es que es posible revisar nuestra percepción de la vida. Es posible corregir todas esas creencias que nos limitan o que nos sabotean. Es posible cambiar nuestra forma de actuar, de pensar, de ser. Solamente necesita un momento de humildad. Un momento en el que reconozca que es su forma de observar el mundo el motivo lo que le impide alcanzar sus objetivos. Que todas aquellas estrategias, herramientas y formas de pensar que en otro momento funcionaron, si es que alguna vez lo hicieron, ya no sirven y necesitan ser reemplazadas por otras que le ayuden a lograrlos.

Un buen desafío para trabajarlo este verano. Pero no lo deje para mañana.


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