Revista Diario

Oculista y mocos

Por Arielac
Cuando Valeria nació yo empecé a leer todo lo que caía en mis manos sobre bebés prematuros. Así conocí la llamada Retinopatía del Prematuro o ROP.  Es una enfermedad de la vista que en casos muy graves puede llegar a dejar ciego al niño. Entre los factores de riesgo, Valeria al menos tuvo dos: prematuridad y oxígeno.
Cuando el pediatra del hospital la vio en octubre, me dijo que la niña estaba evolucionando bien y que ya no era necesario que la llevara al hospital para revisiones. Me quedé un poco parada, no me esperaba un alta definitiva en tres meses, así que le planteé mis inquietudes con respecto a la necesidad de que a la niña la valoraran en atención temprana y en oftalmología. Como el que hace la lista de la compra, me hizo los volantes. Ya conté cómo fue la revisión en atención temparana y ayer tuvimos cita en oftalmología.
Para bebés prematuros se recomienda la primera visita en oftalmología entre las 4 y 6 semanas de vida. Con Valeria esto no pasó, si bien el pediatra del hospital controlaba sus movimientos oculares, pero nunca el fondo de ojo ni la retina... en todo caso yo veía bien a la niña, si no, la hubiera llevado antes, pero el tema es que yo sabía de la existencia de la ROP y estaba pendiente, ¿qué pasará con otros padres sin esa información? Me parece inaudito que en el propio hospital no le den a uno documentación e información sobre el tema, aparte de los volantes con todas estas citas cuando al niño le dan el alta de neonatos.
Tuvimos que ir al hospital a las 10.00. Oftalmología está en la misma planta que los paritorios y cuando salí del ascensor me di de bruces con la puerta de acceso a los mismos. Juro que me temblaron las piernas, no había vuelto a estar ahí. Pero como dice papá, esa sensación la iré superando a base se ponerme frente a esa puerta una y otra vez.
A las 10.15 nos recibió la oftalmóloga y le pusieron a Valeria las primeras gotas para dilatarle la pupila. Lloró un poquito, no tanto por las gotas como porque le sujetaban la cabeza para echárselas y a ella eso de estar inmóvil no le gusta nada. Me dijeron que esperara y volviera en 15 minutos, así que aproveché y llevé a Valeria a Neo para que la vieran las enfermeras. Como casi siempre, fue la alegría de la huerta, les sonrió a todas, se dejó coger por todas y no sonrió a más enfermeras porque no había más. Ellas, claro, encantadas, en cuanto la vieron la reconocieron,  la llamaron por su nombre e hicieron cola para poder tenerla en brazos. Una enferemera que yo no recordaba de nada, me preguntó si Valeria había estado en la UCIN. Yo le dije que sí y me dijo que ella la había cuidado allí. Me quedé impactada, porque Valeria estuvo en la UCIN solo 36h y aún así la recordaba. Así de mal llegó y así de impresionante fue su recuperación.
Volvimos a oftalmología y le pusieron otras gotas, esta vez Valeria no dijo ni mú. Tengo que decir que la oftalmóloga se portó muy bien, le pusieron las gotas sin sacarla de la manduca, con lo que Valeria estuvo más tranquila. Nos pidió esperar por media hora, que Valeria aprovechó para dormir.
Cuando volvimos, ya sí la tumbaron en la camilla y le miraron los ojos. Descartaron la ROP, y así lo tenemos por escrito, lo cual me alivia bastante.
Por otro lado Valeria empezó con mocos ayer y nos ha dado la noche, se despertaba cada hora y encima a las 4am me he despertado escuchándola sorberse los mocos, me he acordado de la otitis y les he despertado a papá y a ella para echarle suero y aspirarle los moquitos, a ver si logramos evitar que empeore. Ya os contaré cómo sigue.
Dejo estas fotos de mi pequeña rockstar:
Oculista y mocos

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