Oh my god, Charlie Darwin - The low anthem

A la atención de Jota.

Hace tiempo que quería hablar de un Señor DISCAZO! Y ese disco con mayúsculas, no es otro que Oh my god, Charlie Darwin. Último trabajo del trío (ahora cuarteto) de Rhode Island, The low anthem.

A finales de año, me lo regalaron diciéndome: "Escucha esto, que estoy seguro que te gustará". Y no fallaron. Cuando un disco desconocido, dibuja una gran sonrisa en tu cara en la primera escucha... buena señal! Sin duda, una de las gratas sorpresas de 2009.

Ricardo Lezón, líder de McEnroe, nos recomendaba este grupo, en esa gran entrevista que le hizo el amigo Jota. Y como tenía pendiente esta reseña y a Mr. Gil le apetecía especialmente, aquí la dejo.



The low anthem... como nombre de grupo, a priori no me dijo nada; Oh my god, Charlie Darwin... la verdad es que ni frío ni calor... y la portada del álbum, para que engañaros, me resultó un tanto indiferente. Pero todo cambió al escuchar los primeros acordes de el tema que abre el disco. Sonó esa maravilla llamada Charlie Darwin, llena de delicadeza y melancolía , con esa voz en falsete y zas... atrapado! Sentí repentinamente un inmenso interés por saber más de este grupo. El interés siguió en aumento al escuchar atentamente el corte que le sigue. Otra maravilla. Ésta vez algo más folkie, pero igual de buena. To Ohio. Genial! Ambos temas me recordaron inevitablemente a Simon & Garfunkel.



El disco continúa en la misma linea con Ticket taker. Canción muy tranquila y melódica, donde luce la gran voz de Ben Know Miller, alma mater del grupo. Vaya dominio de su instrumento! Consigue unas tonalidades y color de voz, que si te lo venden como disco recopilatorio de varios artistas, cuela. Con The horizon is a beltway y Home I´ll never be, se rompe de cuajo el sosiego y la calma. Llegan pisando fuerte, con enérgica música folk tradicional americana, mucho más rítmica y fresca, que consiguen levantar a uno del sofá.

Descansamos con la preciosa Cage the songbird; Sucumbimos ante la preciosa Don´t Tremble, y su genial armónica, que pone los pelos de punta. Bestial! Nos evadimos del mundo con la instrumental Music Box; para rendirnos seguidamente, ante esa joya llamada Champion Angel. Por su elegancia, por su intensidad, por su letra, por su guitarra, por su batería ... temón!



Y para cerrar el disco, la preciosa y melancólica To the Gosths who write history books; Un temazo cantado con mucha sensibilidad, en el que vuelve a aparecer esa mágica armónica. El gospel de OMGCD, nos vuelve a sorprender antes de poner punto y final con una nueva versión de To Ohio reprise, que en nada recuerda a la anterior, salvo en la letra.

Un disco que merece la pena ser escuchado por su infinita calidad. Por sus cuidadas letras, su preciosas y distintas voces, por su camaleónico sonido, por sus guitarras acústicas, por sus mágicas armónicas, sus banjos y sus órganos. Porque descubrirás folk del bueno, del auténtico, en distintas versiones. Pero en todas ellas, genialmente interpretado por este trío (ahora cuarteto) de Rodhe Island- Providence!