¡Ojo! a Joseba Beloki en el Tourmalet

Parece el tapado de la etapa del próximo jueves. Nadie habla de él, pero Joseba Beloki ascenderá el mítico Tourmalet el próximo jueves, y lo va a coronar por delante de la serpiente multicolor. El ganador del Tour en 2003 (sí, he dicho ganador, al menos moral, porque iba más fuerte que el americano Lance Amstrong y hubiera subido, seguro, a lo más alto del podio en París), va a coger sus bártulos, su bicicleta de aficionado, y con los primeros rayos del sol del día va a escalar el Tourmalet acompañado de algún buen amigo. Recuperará sensaciones, se verá por momentos rodeado de aficionados alentándole en la cuneta, se abrirá el maillot en los repechos más complicados, pero no tendrá premio en la cima. Y todo por una circunstancia de carrera.

Joseba Beloki aparcará la bicicleta junto a su furgoneta, almorzará, y vibrará como uno más con la batalla entre los Schleck, los Contador y compañía. Y seguro que anima con la misma deportividad, elegancia y caballerosidad que le acompañaron sobre el sillín en la carretera.

Hoy he oído decir al ex de la ONCE que Amstrong hizo bien tras su caída en la bajada de Rochette, a 8 kilómetros de meta. Era un 14 de julio del año 2003. Beloki ha asegurado que él también habría tirado de haber sido el corredor americano, porque por delante iba otro coco, Vinoukurov, y “lo que está en juego es el Tour”, como asevera el txirrindulari vasco.

Podría ser un polemista o un ventajista y cargar las tintas contra Lance por no haber parado, por haber cogido el camino rápido, el ya conocido como “camino de Amstrong” en Rochette, mientras Beloki se dolía de la rotura del fémur, el codo y la muñeca derecha.

Desgraciadamente, aquél Tour también pasó a la historia, a la negra historia de la ronda gala. Pero Beloki, como un caballero, ha defendido la actitud de Ulrich cuando esperó a Amstrong después de engancharse con una bolsa e irse directo al asfalto arrastrando con él a Iban Mayo. Ese mismo día el americano acabó atacando al alemán y abriendo brecha en la general. Porque lo que estaba en juego era el Tour de Francia.

Beloki, todo un caballero dentro y fuera de la carretera. Con estos argumentos la actitud de Contador con Andy Schleck es irrepochable, aunque lo que sí que se le echa en cara es que se hiciera el longuis en la línea de meta. Yo sigo en mis trece.

Mención especial hoy a César Pérez de Tudela. Un grande. Pero como no se cuide… Y queremos seguir disfrutando de sus historias en la radio, por muchos años.