Ojo a la cancha nivelada

Media Columna de Jorge Morelli. 
(Blog de Jorge Morelli) 
OJO A LA CANCHA NIVELADA. 

Cuando Nadine Heredia anunció su decisión de no ir ya a la “reelección conyugal”, el nacionalismo se quedó sin candidato para el 2016. A partir de ese instante, debe haberse inaugurado en el alma de Ollanta Humala una muy comprensible y humana preocupación que no lo abandonará en lo que resta de su gobierno.

Esta es la pregunta: ¿quién va cuidarle la espalda en los cinco años siguientes al ex mandatario para evitar que termine en la sombra por acusaciones de corrupción o de violación de derechos humanos que bien podrían no tener fundamento alguno, pero sí –como dice Alan García- motivos políticos?

Semanas después de que el anuncio de la Primera Dama pusiera fin a toda esperanza reeleccionista, Ollanta Humala y Alan García denunciaron al unísono, simultáneamente, la supuesta “repartija” del Tribunal Constitucional. De resultas del escándalo, se anuló lo actuado y permanecen en el Tribunal hasta hoy los magistrados integrantes.

Algún tiempo después, éstos mismos magistrados se pronunciarían en sentencia famosa hallando que el caso El Frontón -del primer gobierno de Alan García- ha prescrito y no es uno de lesa humanidad.

Más adelante, un juzgado hallaría igualmente que la investigación contra Alan García en la Megacomisión del Congreso ha violado supuestamente el debido proceso, y dispone anular lo actuado parcialmente.

Desde luego, ambas resoluciones pueden estar perfectamente arregladas a derecho, y todos estos hechos señalados no tener ninguna conexión entre sí. Ninguna causalidad, todo casualidad.

Pero la mujer del César no solo tiene que ser honrada sino parecerlo. De modo que no está demás advertir que, ante los procesos electorales que vienen en 2014 y 2016 -locales, regionales y nacionales- estamos vigilantes ya que no debe existir ni la sombra de una duda de que la cancha va a estar, en lo que al gobierno toca, perfectamente nivelada para todos los participantes. Naturalmente, no es la intención ofender a ninguno de los actores en el proceso venidero. Pero más vale prevenir que lamentar.

FUENTE: BLOG DE JORGE MORELLI. http://www.expreso.com.pe/blogs/jorge-morelli