Revista Cultura y Ocio

Oleanna, humanidad sin máscaras (teatro)

Publicado el 17 septiembre 2017 por Jblor8

"Hemos hecho un trabajo quirúrgico para descubrir lo que encierra este texto más allá de todo lo que se ha hablado, de todas las etiquetas que se le han colocado y de esa estela de polémico, hemos querido ir más allá y descubrirlo de nuevo desde nuestra visión del año 2017", afirma Luis Luque sobre la versión de Oleanna que dirige desde esta noche en el Teatro Bellas Artes. Una auténtica declaración de intenciones, pues si algo no le falta precisamente a este montaje ni a su autor, el estadounidense David Mamet, es polémica y controversia.

Durante su estreno 1992, coincidiendo con un juicio que conmocionó a Estados Unidos (la denuncia contra el juez Thomas, candidato al Tribunal Supremo, por acoso sexual a una profesora universitaria), se vivieron episodios de tensión llegando incluso a volar puñetazos en el vestíbulo del teatro tras la representación. Además, algunos sectores de la sociedad estadounidense, especialmente colectivos feministas, acusaron al autor de oportunista, misógino y machista, y de no implicarse personalmente.

Mamet se defendió alegando que como autor dramático no tenía ninguna responsabilidad política : "Soy un artista, escribo obras, no propaganda política. Si buscan soluciones fáciles, enciendan la televisión. Yo no tengo respuestas", arguyó.[...]

Sin embargo, la obra de Mamet arranca con una premisa muy sencilla. Carol, interpretada por Natalia Sánchez, es una estudiante universitaria que llega al despacho de su profesor a pedir que le suba la nota de una asignatura que no puede permitirse suspender. Comienza así un encarnizado debate con su profesor, John ( subyacen otros temas, como el acoso sexual, Fernando Guillén Cuervo), en el que comienza a desarrollarse un evidente conflicto de poder, tal vez uno de los temas más sugestivos y más utilizados en la dramaturgia. Pero la desigual lucha entre la eminencia y la tímida muchacha, comienza a voltearse cuando ella, quien aparenta fragilidad, va ganando el control de la situación hasta tomar las riendas gracias a una acusación capaz de arruinar la vida del docente. Pero dentro la trama de Oleanna la hipocresía del lenguaje políticamente correcto y, sobre todo, la gran dificultad del ser humano para comunicarse.

", explica Luque, "No dejamos de preguntarnos cómo tras 25 años, con las nuevas tendencias imperantes a nivel social y de comunicación, esta obra mantiene su vigencia y estos temas sigen siendo de rabiosa actualidad", asegura Guillén Cuervo. Pero lo cierto es que Mamet (y en este caso Luque), se limita, a la manera del teatro clásico, sin mayores artificios escénicos, a poner una situación, desarrollar dramáticamente una acción. ¿De dónde nace entonces nuestro desasosiego e incertidumbre? " Mamet nos provoca al poner el arma ejecutora en manos del débil, de Carol" que al ver cómo es explotada su debilidad es implacable con John y utiliza los cauces que le ofrece el sistema para cargárselo, para, por lo menos, quitarle esa máscara de progresista de boquilla que cuando ve que puede perder su estatus, su lugar social, se entrega al instinto de conservación, un instinto que no conoce reglas sociales ni conciencias políticas"[...].


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