Revista Cultura y Ocio

Olor a rosas invisibles - Laura Restrepo

Publicado el 31 octubre 2016 por Elpajaroverde

Lo invisible, lo que no se puede ver. Lo intangible, lo que no tocamos, lo inmaterial. Las sensaciones, no hay pruebas que las corroboren, solo son eso, sensaciones. ¿Solo? Nos dominan, nos invaden, ellas deciden por nosotros. Los olores son también algo intangible pero quién osaría dudar de su existencia. Esas sustancias volátiles, profundas a veces, otras en cambio sutiles, apenas imperceptibles pero cuya inhalación de a poco termina por impregnarlo todo. Los olores nos traen reminiscencias pasadas y estas nos despiertan a un mundo de sensaciones. Este "Olor a rosas invisibles" me trajo reminiscencias de otros libros leídos de su autora. "La novia oscura", que narra la historia de una joven prostituta que atiende a los empleados de los pozos petrolíferos en la selva, "Leopardo al sol", sobre dos clanes rivales del mundo del narcotráfico o "La multitud errante", historia sobre los desterrados de la guerra, son apenas flecos sueltos en mi memoria pero las sensaciones que me causaron continúan imperturbables y la primera vez que vi este librito que os traigo hoy emergieron en todo su esplendor. Un relato exquisito, editado individualmente en tapa dura, con sobrecubierta e ilustraciones. Su edición le otorga un soporte material para que no dudemos de su existencia. Su contenido hace visible lo invisible. Su olor nos invade suavemente y nos induce a un estado de aletargamiento, síntoma incuestionable de la abstracción que nos causan las  buenas historias bien contadas.
"Me confesó después que en ese momento tuvo que hacer acopio de todo su poder de concentración para arrinconar al ratón hambriento que desde hacía tiempo roía el queso blando de su memoria. Quería recomponer el escenario para ubicar esa voz de mujer: recuperar cada instante, cada olor, cada tonalidad del cielo..."

Olor a rosas invisibles - Laura RestrepoLuis C. Campos C., en adelante Luicé Campocé pues así es como es conocido desde sus años escolares, disfruta plácidamente de lo que ha conseguido en la vida: una influyente posición en el mundo de los negocios, una esposa que es una buena compañera y unos hijos a los que adora y de los que se siente orgulloso. Poco espera a esa edad en la que solo aspira a recoger los frutos de lo cosechado que algo venga a perturbarlo. Sin embargo, un fantasma del pasado está a punto de irrumpir en su vida e inocularlo de inquietud y desasosiego pero también de futuro y esperanza. Eloísa, un ardiente amor de juventud que ya no es más que un nostálgico buen recuerdo y una leyenda viva entre sus más cercanos amigos de aquella época, regresa de ese mundo semionírico y se materializa en una señora de carne y hueso que hace que nuestro Luicé se debata entre agarrarse a su plácida existencia o resolver la incógnita de aquello que no fue pero pudo ser.
Con un estilo exquisito, que rebosa dulzura y elegancia aderezadas con una cálida sensualidad, Laura Restrepo compone una inolvidable lectura sobre el tránsito a la vejez, el miedo de enfrentarse a la decrepitud del cuerpo y la idealización de la juventud. El bueno de Luicé es un hombre quemando su último cartucho, y en su desesperada e infantil pataleta, alumbrará en nuestros rostros ese tipo de sonrisas que solo inspira la ternura, sentimiento que tampoco podremos evitar albergar por el resto de personajes de este relato.
"Nunca jamás había estado tan desamparado como en ese instante, sintiéndose único habitante del inclemente país del tiempo, víctima solitaria y selecta del correr de los días y las horas, que lo habían molido con sus diente minúsculos."

Todos ellos son humanos, y su humanidad está tan cargada de buenas intenciones que no nos queda otra que ser indulgentes con sus pequeños pecadillos fruto de sus inseguridades. Son estas inseguridades precisamente las que sostienen el relato y nos llevan por él sin saber hacia dónde se va a decantar, y son también las que dentro de su mágica esencia le confieren el realismo necesario para hacerlo cercano y creíble. La escritora colombiana demuestra, con gusto y sin aparente esfuerzo, que a pesar de que no es el suyo un estilo sobrio, no son necesarias demasiadas palabras para decir mucho y decirlo bien.
Poco más puedo contaros sin desvelar demasiado dado la brevedad de esta lectura. Tan solo añadir que es uno de esos amigos de juventud mencionados el encargado de contarnos los devaneos de Luicé con Eloísa, detalle que me parece importante pues ya se sabe que las historias cambian según quién las cuente. Y también que es un gran motivo de alegría para mí contar con la presencia de Laura Restrepo en este humilde blog. Si no la conocéis, tenedla en cuenta, con alguno de los libros a los que he hecho alusión en el primer párrafo, con cualquier otro suyo sobre el que os apetezca indagar o con este mismo que hoy nos ocupa que estoy segura que hará las delicias de los que les guste paladear pausadamente cada detalle y recoveco, aquellos que sean como "yo, que siempre encontré más real el olor a rosas invisibles que las rosas mismas".

Olor a rosas invisibles - Laura Restrepo

Being Bridesmaid. Fotografía de Lauren Hammond


Esta reseña forma parte de una iniciativa surgida en twiter para dar una mayor visibilidad a la literatura escrita por mujeres. Podéis seguir la iniciativa en #LeoAutorasOct.
Ficha del libro:Título: Olor a rosas invisibles
Autora: Laura Restrepo
Editorial: Lumen
Año de publicación: 2005
Nº de páginas: 79
ISBN: 84-264-1469-9
Nota: En esta ocasión el enlace del título no os remite a la citada edición de Lumen que he leído pues no está disponible la misma en la web de la editorial. Bajo el título "Pecado" Alfaguara publicó este 2016 un libro compuesto de siete relatos de Laura Restrepo que incluye el aquí reseñado. Paralelamente sacó a la venta en edición digital (y además muy asequibles económicamente) cada uno de los mismos de forma independiente. El enlace que os he dejado os redirigirá a la sinopsis y datos de esa versión digital de "Olor a rosas invisibles".

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