Aprovechando el auge de los shooters en primera persona, casi todas las compañías se han dedicado a sacar su juego franquicia (véase Call Of Duty o Battlefield) su vuelta a los orígenes (Doom 3, Black Mesa, Duke Nukem Forever) o simplemente han apostado por dar vida a nuevos productos (Homefront, Crysis,…) con suerte bastante dispar. Bien, una vez dicho esto y habiendo probado la gran mayoría de FPS del mercado, tanto en consola como en PC me dispuse a rememorar los viejos tiempos con juegos como Half Life con el motor Source, o lo que es lo mismo, esa maravilla que han hecho los fans son el motor del segundo Half Life. Fue ese momento en el que me di cuenta de una cosa que os vengo a exponer hoy.
¿Que porqué os comento esto? Pues es muy sencillo. Aquí un servidor, antaño Paladín de la pistola, Heraldo de la escopeta de dos cañones, se instaló varios juegos clásicos con la idea de volver a jugar una vez más y acabarlos rápidamente. Craso error. En el momento en el que morí por primera vez en Black Mesa pensé -”Ha sido un mal cálculo por mi parte, no volverá a pasarme. Craso error de nuevo. Y es que me he dado cuenta que con los años, a la vez que los juegos subían en calidad se hacían más fáciles. Supongo que será por el hecho de llegar a más público, la temida CASUALIZACIÓN que los jugadores hardcore tanto odiamos.
El botiquín, el mejor amigo de un Gamer
Antes para acabar un Doom tenías que sudar y mucho dependiendo de la pantalla, habiendo algunas casi imposibles incluso para jugadores expertos. A día de hoy cualquier hijo de vecino es capaz de acabarse cualquier título sin apenas sudar,refugiándose detrás de una caja o simplemente corriendo hacia atrás está todo solucionado.
Con esto no quiero decir que los juegos de la actual generación sean peores ni mucho menos, simplemente que son diferentes. Abiertos a más público para intentar sacar el mayor beneficio, que es de lo que se trata. Esto es un negocio nos guste o no. Pero no está de más aceptar que jugar ahora a Quake III, al menos a mí, se me hace casi imposible por la velocidad y la necesidad de estar pendiente de cosas como la vida o la armadura del personaje. Otro aspecto que no existe en la actualidad. Borderlands 2 es uno de los candidatos a juego del año y divertidísimo jugando en cooperativo, pero aun teniendo regeneración instantánea es difícil. Pero la campaña de Battlefield o Call Of Duty son bastante fáciles para cualquier tipo de jugador.
Una de las pantallas de Call Of Duty Modern Warfare 3
La actualidad manda y muy pocas compañías se atreven a sacar títulos en los que tu vida dependa de un botiquín. Tan solo los reboot de franquicias como Duke Nukem con el Forever, la edición recién salida al mercado de Doom3 edición BFG o Black Mesa. La gran masa es la que manda y la gente quiere esto, pero los “abuelos cebolletas” como yo y como tú también queremos tener un pequeño momento de gloria con nuestro First Aid.
Y ¿tú? ¿Eres de regeneración espontánea?