Revista Viajes

Osario de kostnice

Por Orlando Tunnermann
OSARIO DE KOSTNICE
OSARIO DE KOSTNICE
42 hectáreas me esperan de un horror con cierta belleza esperpéntica, artística y hermosa, dentro del marco espectral del más allá y la osamenta que queda visible cuando se aja y consume la piel que la cubre. El cementerio que visito recoge los restos de miles de muertos durante el periodo nefando de la peste. A este lugar los traían para ser enterrados. Es siniestra la capilla, pero como digo, no exenta de una belleza pintoresca y gélida como lo es la muerte. Cuelgan húmeros, tibias, clavículas, cráneos, costillas, fémures y esternones de los techos, en lámparas y arañas que acaso bien pudieran aparecer en algún film anacrónico de Boris Karloff o Christopher Lee. Las columnas, los techos y paredes, forman cenefas, conjuntos ornamentales compuestos por 35000 huesos. Es realmente curioso el escudo del imperio austro húngaro fabricado con este material de soporte humano.OSARIO DE KOSTNICE
OSARIO DE KOSTNICE

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