Parece difícil de creer pero es cierto. De nuevo el alcalde de Burgos toma una decisión que lo enfrenta abiertamente con sus ciudadanos; esta vez se trata de una millonaria remodelación de la plaza de toros.
Parece que estamos ante una obra innecesaria que mantiene la necesidad de cobrar comisiones provenientes del empresario de la construcción que realmente manada en la ciudad.
Los vecinos de Gamonal se movilizan, les gusta ser noticia y sentirse héroes populares. La indignación social crece y en Podemos se frotan las manos.
Este alcalde y el de Valladolid gobiernan con mayoría absoluta. A ver luego de qué nos quejamos.