La ovodonación o donación de óvulos es un acto desinteresado y anónimo mediante el cual se aportan lamentos femeninos por parte de una mujer distinta a la que los recibe.
Las mujeres que reciben óvulos son las que no funciona el ovario o carecen de óvulos, mujeres de edad avanzada o con problemas de abortos repetidos o edad avanzada, o incluso me atrevería a decir que mujeres cuya pareja es otra mujer y quieren tener un hijo de las dos, pero especialmente mujeres de edad avanzada que han tenido que dejar de lado su papel de madres para poder afrontar los requisitos laborales actuales.
Las donantes de óvulos deben ser mayores de edad pero menores de 35 años, con una buena salud mental y física y sin problemas de enfermedades genéticas. La ovodonación es anónima y voluntaria, además de un acto desinteresado, y se realiza tras una serie de pruebas y estudios.
Se estimula la ovulación de la persona que dona los óvulos y se aspiran los ovocitos que son inseminados con el semen de la otra persona, generalmente la pareja, y a los 2 o 3 días se transfieren los embriones, generalmente dos. A los 14 días aproximadamente se realiza el test del embarazo. La medicación de la donante es paralela a la de la receptora. Esto no afecta en nada a la vida reproductiva de la mujer que dona sus óvulos, mientras que está haciendo una buena opción. Es muy importante que todas las partes implicadas se encuentren preparadas psicológicamente para el proceso, ya que es un tema delicado.
El número de tratamientos de reproducción con ovodonación representan el 40% total de los procedimientos realizados y ofrece unas expectativas del 15.18% mensuales o 90% anual en parejas en edad reproductiva, aunque en parejas mayores de 39 años se reduce al 50-60%.
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