Revista España

Paisajes de la Sierra de Madrid: ¿Qué ver en Manzanares El Real?

Por Rutasporespana @RutasporEspana

Manzanares El Real se encuentra en plena Sierra madrileña, en el Parque de la Cuenca Alta del Manzanares, declarado Reserva de la Biosfera. Desde la localidad se llega a La Pedriza, un espacio que destaca por las caprichosas formas de sus cumbres graníticas, rodeadas de leyenda ya que fueron escondite habitual de bandoleros. Otro atractivo de esta población es el castillo de Manzanares el Real, una de las fortalezas mejor conservadas de Madrid.

Para llegar a Manzanares podemos coger el autobús 724 en Plaza Castilla. O por carretera cogeríamos la A-6 hasta la salida 39, a la altura de Villalba, para después toma la M-608, pasando por Cerceda, hasta Manzanares El Real.

Antes de empezar el recorrido, para los que no conozca la zona, estamos es uno de los lugares más turísticos de la Sierra de Madrid. Raro es el madrileño que no has estado en la Pedriza, o que todos los veranos deja las maletas y el apartamento en la playa a un lado para refrescarse en alguna de las pozas a lo largo del río Manzanares. Por ese motivo, es probable que sea difícil aparcar según que fechas. Esto también tiene su influencia en los precios de los bares, así que no esperes nada barato.

El principal monumento de la localidad es el palacio-fortaleza de los Mendoza (el que fue marqués de Santillana y primer duque del Infantado), que mandó construir este castillo en 1475. Está formando por un patio rectangular, dos galerías y cuatro torres adornadas con unas bolas de estilo isabelino. Pese a las inclemencias del tiempo de la Sierra, la suerte de no haber entrado nunca en combate, ha permitido que salvo algunas reformas sea el castillo mejor conservado de la Comunidad de Madrid. En su interior encontramos el museo de los castillos españoles y es sede de una colección de tapices.

Castillo de Manzanares el Real

Castillo de Manzanares el Real

Uno de los últimos añadidos al castillo es un huerto y jardín renacentista, formado por diferentes zonas: Bosque Animado, Jardín Alquímico, Cereal y Viñedo, Huerto, Dédalo y Pomar.

Huerto y jardín renacentista

Huerto y jardín renacentista

Desde el castillo se divisa una magnífica vista del Embalse de Santillana, construido en 1969. Son visibles dos torreones que pertenecían al dique de un embalse anterior de principios del siglo XX. Uno de ellos es del mismo estilo al castillo (ya que el arquitecto se inspiró en él), con una esbelta torre neogótica de 35 metros de altura. La pena es que para poder ver esta preciosa torre necesitaríamos el permiso del Canal de Isabel II, ya que no es posible acercarse a las proximidades (a menos que tengamos unos buenos prismáticos).

Torreón del Pantano de Santillana

Torreón del Pantano de Santillana

La mejor forma de disfrutar del embalse, es por el margen derecho a partir de la glorieta del Montañero, al final del cementerio. Donde dispone de una senda dotado de paneles interpretativos y puntos de observación de aves como cercetas, lavanderas, somormujos, ánades reales,… Además, existen varios tramos reservados para pescar.

Ya en la localidad, tenemos la plaza Mayor donde se encuentra la mayoría de los bares de la localidad. Junto a él se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de la Nieves fundada a principios del siglo XIV bajo la protección del primer marqués de Santillana. Con torre de tres cuerpos, en su interior conserva una pila bautismal del siglo XVI, y un pórtico renacentista.

En la Casa de Cultura se localiza el Museo Etnológico y Arqueológico, donde se pueden contemplar los distintos espacios de una vivienda tradicional y los restos arqueológicos encontrados en la zona.

En dirección a Cerceda se encuentra el Castillo Viejo, situado dentro de un recinto ajardinado junto al antiguo cementerio. Sólo quedan dos muros de granito y ladrillo, de estilo mudéjar. Muchas piedras de la vieja fortaleza sirvieron de cantera para la construcción del castillo nuevo.

Al lado encontramos el Puente de la Cañada Real o Puente Viejo, atribuido a Juan Bautista de Toledo y a Juan de Herrera, artífices del Monasterio de El Escorial.

A 1 km se localiza la Ermita de Nuestra Señora de la Peña Sacra, edificada sobre una roca en el margen derecho del Manzanares, desde donde se puede disfrutar de una bella panorámica de La Pedriza. La capilla fue construida en el siglo XV por los condes de Panaranda como parte de un convento en el que ingresaría su hija, pero que finalmente no se continuó. En el altar se venera la Virgen de la Peña Sacra que, según cuenta la leyenda, se apareció en el cerro a siete obispos.

Ermita de Nuestra Señora de la Peña Sacra

Ermita de Nuestra Señora de la Peña Sacra

A parte del patrimonio cultural de la localidad, una de las visitas obligadas es La Pedriza. Se trata de una zona de rocas graníticas, de caprichosas formas. El paseo a las pozas del río Manzanares se ha convertido en un clásico de los madrileños.

La Pedriza

La Pedriza

Si se quiere subir en coche hasta los parkings dentro del parque en fin de semana, es conveniente llegar lo antes posible, ya que el acceso está controlado, según número de plazas (375 coches). Cuando se llenan, se cierra la barrera y sólo se deja pasar cuando salga alguno. Otra alternativa es dejar el coche en el parking de abajo y subir en un autobús gratuito o andando. Aquí tenéis los accesos al parking y los horarios de autobuses.

Más información sobre Manzanares El Real

Web de Turismo de Manzanares El Real: http://www.manzanareselreal.org/turismo/

Dónde dormir en Manzanares El Real

Estando en plena Sierra de Madrid, las posibilidades son muy amplias, desde refugios en La Pedriza, camping, hasta casas rurales y hostales en Manzanares El Real. Así que aquí tienes los alojamientos más interesantes de Manzanares El Real, para pasar un fin de semana y disfrutar de la naturaleza.

Dónde comer en Manzanares El Real

Los más recomendados son:

  • La Reunión (Calle Marqués de Santillana, 20): ideal para ir con niños, buena relación calidad-precio, pero el servicio es lento por la gran cantidad de gente.
  • Restaurante Parra (Calle Panaderos, 15): uno de los clásicos de la localidad por su calidad y lo ajustado de los precios.
  • Rincón del Alba (Calle de la Paloma, 2): muy buena calidad pero con precios altos.

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