El cordero asado es uno de mis asados preferidos, la verdad que un buen cordero lechal al horno sin nada más que agua y sal es un verdadero manjar. Hoy me he salido de esta linea porque quería darle un toque diferente ya que tenía una pierna en el congelador y he pensado en darle un cambio.
Este toque ha consistido en macerarlo en salsa teriyaki, darle ese toque oriental que le aporta esta salsa y me ha encantado. Seguramente haya gente que diga que es un sacrilegio pero si podéis un día os recomiendo cambiar un poco las reglas del juego porque a veces se acierta de lleno, y esta es una de ellas.
1.- La noche anterior, ponemos sal y embadurnamos bien las paletillas de salsa teriyaki. Cubrimos de papel film y lo metemos en la nevera toda la noche. Al día siguiente lo sacamos de la nevera un rato antes (para que coja temperatura) y lo metemos al horno a 180º durante 1 hora y media. Yo cada 20 minutos abro el horno y el caldito que se va formando se lo pongo por encima con una cuchara para que no se seque. A la hora lo que hago es dar la vuelta a la paletilla para que se haga bien por todos lados. Servimos con unas patatas fritas y listo
Como siempre os digo, cada horno es un mundo, por lo que seguramente si vuestro horno es diferente necesitará más o menos tiempo.