Revista Libros

Palmeras en la nieve - Luz Gabás

Publicado el 07 marzo 2012 por Rusta @RustaDevoradora
Palmeras en la nieve - Luz GabásEditorial: Temas de Hoy
ISBN: 9788499980232
Páginas: 736
Precio: 22,50 €
Cuando me ponen delante una cubierta tan bonita como la de Palmeras en la nieve, no puedo evitar volverme superficial y sentir unas ganas enormes de descubrir lo que se esconde en su interior. Su título también es de lo más evocador, una bella metáfora que refleja la esencia de los protagonistas, hombres del norte que viajaron a Guinea Ecuatorial y se llevaron un pedacito de ella en su corazón. Aunque no siento ningún interés particular por África, pienso que cualquier tema resulta atractivo si quien te lo cuenta consigue contagiarte su entusiasmo. Y Luz Gabás lo logra.

Luz Gabás

Palmeras en la nieve - Luz GabásEsta oscense nació en 1968 en la localidad de Monzón y en la actualidad vive en Benasque, un municipio de dos mil habitantes del que es alcaldesa. Luz Gabás creció entre pueblos de la zona, más adelante vivió durante un año en California y luego se licenció en Filología Inglesa en Zaragoza. Su carrera se ha centrado en el ámbito de la docencia universitaria y en otras actividades literarias, como la traducción, la investigación, la publicación de artículos y la colaboración con diversos proyectos de tipo cultural. Palmeras en la nieve (2012) es su primera novela y en ella se inspira en el pasado colonial de su padre y otros miembros de su familia.

Sinopsis

En 1953, el joven Kilian de Rabaltué abandona el norte de España para viajar junto a su hermano Jacobo a la isla de Fernando Poo (actualmente Bioko), en Guinea Ecuatorial, que en aquellos tiempos era una colonia española. En su estancia en la finca de Sampaka, los españoles trabajan en el cultivo de uno de los mejores cacaos del mundo y supervisan la labor de los nativos africanos. Kilian enseguida muestra un fuerte interés por la cultura local, procura tratar a la gente con respeto y no tiene reparos al visitar un poblado; por ello, consigue entenderlos cuando estos se rebelan contra la autoridad y reclaman la independencia. Sin embargo, Jacobo no comparte su opinión: para él, los negros son solo negros y sus tradiciones no le merecen el menor respeto, aunque disfruta con sus mujeres. Las diferencias entre ambos se acentúan cuando Kilian se enamora de una nativa y todos se ven obligados a ocultar un secreto que arrastra sus consecuencias hasta el presente.
Palmeras en la nieve - Luz GabásEn 2003, Clarence, hija y sobrina de Jacobo y Kilian, encuentra un fragmento de una carta en la que su autor da a entender que alguien de Casa Rabaltué lleva años enviando dinero a la isla. Con la excusa de realizar una investigación sobre lingüística, consigue que la universidad le permita viajar a Bioko, donde pretende averiguar lo que su padre y su tío le esconden. Allí, además, encuentra una ciudad que poco tiene que ver con la época de plenitud que vivieron ellos.

Comentario personal

La literatura tiene el gran poder de trasladarnos a otros lugares sin necesidad de movernos del sofá. En esta ocasión, el destino es África, con su color y sus palmeras, tan alejada de la España gris. Aunque la historia de los hermanos y ese amor prohibido sea pura ficción, se inspira en los españoles que durante la primera mitad del siglo XX viajaron a Guinea Ecuatorial con el deseo de conseguir una vida mejor para ellos y sus familias, entre los que se encontraban el padre y otros parientes de Luz Gabás. Ha habido un largo proceso de documentación para recrear con la máxima fidelidad aquel periodo, por lo que Palmeras en la nieve se puede definir como una novela que aúna aprendizaje y entretenimiento.
Palmeras en la nieve - Luz GabásPersonalmente, lo que me parece más interesante de la obra es el choque cultural entre españoles y nativos: mientras que los primeros practican el cristianismo y están acostumbrados al pensamiento racional, los segundos creen en multitud de dioses de la naturaleza y realizan con ahínco sus rituales. El contraste entre Kilian y Jacobo resulta muy útil para plasmar dos tipos de relación que se podían adoptar con ellos, el respeto y el menosprecio; las mujeres también tienen su papel gracias a la doble moral con la que se trataba a las prostitutas negras y a la presencia de Julia, una blanca de mentalidad avanzada a su tiempo. A medida que avanza la novela, se habla más de la independencia y las distintas posturas de los nativos al respecto, un tema que desconocía por completo. En todo momento se presenta a los naturales de esta tierra con mucho tacto y amor, sin dar a entender que nuestra civilización es mejor (la clave está en ponerse en la piel del otro y tratar de entender esas diferencias).
Palmeras en la nieve - Luz GabásAsí pues, me zambullí de pleno en África y me imaginé perfectamente los escenarios, en los que, naturalmente, la presencia de los personajes resulta imprescindible. En este sentido, considero que las divergencias entre los dos hermanos dan mucha vidilla: el instinto del lector español del siglo XXI es ponerse de parte de Kilian, el «bueno»; no obstante, el gañán de Jacobo también tiene su encanto y hay que contextualizar su forma de pensar, es decir, si ahora todavía hay racismo, ¡imaginaos entre los que nacieron en los años veinte! (Lo que no quiere decir que justifique sus actos, ni muchísimo menos). Sobre el resto de personajes del pasado, recuerdo con cariño a Manuel, José, Julia y Simón, pero en general son bastante maniqueos, el que es bueno es bueno y el que es malo lo es hasta el final (pensad en Antón, José y Bisila frente a Gregorio, Sade y el inglés, por ejemplo. Quizá se salvan Jacobo y, más adelante, Iniko). He echado de menos más profundidad en Bisila, la nativa de la que se enamora Kilian, a quien tengo la sensación de conocer solo de vista. Me ha faltado saber más de ella, de sus defectos; no me gusta que solo sea la chica bonita de los ojos claros, inteligente, encantadora y, por supuesto, víctima. Mosi y Sade también están muy desaprovechados.
Pero no todo es África en los años cincuenta y sucesivos: en 2003, Clarence (que se llama así por una razón, no es un capricho de la autora) regresa a Bioko para descubrir ese secreto. La hija-sobrina que desea investigar a raíz de una carta me parece un buen planteamiento, me enganchó. Cuando se salta de los años cincuenta al presente sentí pereza porque estaba absorbida por la trama de Kilian y Jacobo; sin embargo, enseguida empecé a sentir interés por la historia de Clarence porque también tiene muchos elementos atrayentes, como la nueva situación de la isla. De los personajes en presente, ninguno me ha cautivado tanto como los del pasado: Clarence e Iniko me han convencido, pero se podría haber profundizado más en Laha y Daniela, que me transmitieron una sensación de perfección artificial similar a la de Bisila.
Palmeras en la nieve - Luz GabásLos capítulos del presente que se desarrollan en Pasolobino, el pueblo de los protagonistas, están bien porque tienen intriga, aunque a ratos parecen un culebrón y eso no me gustó tanto: que si X tuvo un lío con Y y de ahí salió Z, que si en realidad el que abandonó a la mujer fue K… El libro tiene suficiente interés con la recreación de África, no necesitaba dar tanto peso a los amores. Me doy cuenta de que disfruto más con la vida de los hombres en la isla, el trabajo y los conflictos que con el amor. Además, me da la sensación de que, cuando empieza el romance, hay demasiado de golpe. Tal vez si se hubiera repartido mejor durante toda la novela, en lugar de reservarlo para la segunda mitad, no me habría saturado tanto.
Voy a extenderme más con las cuestiones sentimentales, que tienen una gran presencia en la obra. En el capítulo introductorio conocemos la relación de Kilian y Bisila; ahora bien, ese no es el único amor que surge, en realidad hay dos más: uno pasional y fugaz, y otro sereno y encantador (quienes lo hayan leído sabrán a cuáles me refiero). El primero me gustó por su intensidad y por salirse de lo políticamente correcto, por decirlo de alguna manera; el segundo, en cambio, me pareció cargante porque comienza inmediatamente después del anterior y está marcado por esos tintes de culebrón que os comentaba. Además, la historia principal, la de Kilian y Bisila, no me pareció creíble; no porque provengan de culturas distintas, sino por el modo en el que se enamoran, a primera vista y sin conocerse. Y en cuanto empiezan, todo va rápido. No he conseguido vibrar con su «amor prohibido», he añorado el realismo. De todos modos, soy consciente de que esto no será un inconveniente para los lectores más románticos.
Palmeras en la nieve - Luz GabásCon respecto al estilo, la tercera persona se plasma en una prosa sencilla y amena que engancha y no se hace pesada. Aun así, a Luz Gabás le ocurre lo que a muchos escritores noveles: se enrolla demasiado, detalla escenas que no tienen relevancia y la historia se podría haber contado en 100-200 páginas menos. Aun así, se salva porque la facilidad de lectura evita que llegue a aburrir. El otro aspecto mejorable son los diálogos, en los que podría haber plasmado el acento de algunos personajes (en particular, del inglés y el portugués amigos de Jacobo: en lugar de decir entre rayas «dijo con un fuerte acento», directamente que lo hubiera reflejado). De todos modos, esto último es un detalle menor que no resta valor a una obra tan completa como esta.
Cambiando de tercio, quiero hacer una mención especial a su maravillosa y cuidada estructura: se empieza con un capítulo bellísimo, lleno de ímpetu y sentimientos que arrastran al lector (¡así debe comenzar una novela!); después se hace un salto al pasado, luego se vuelve al presente, de nuevo atrás y un último cambio para narrar el final. Los títulos de los capítulos de estos cuatro tramos están escritos en lenguas distintas: pitinglish (una mezcla de inglés y castellano con la que los españoles se dirigían a los nativos), español, pasolobinés (aragonés), bubi (el idioma de los nativos de Fernando Poo) y finalmente español. Esto está directamente relacionado con el contenido de cada parte, lo que me pareció un detalle original y bien encontrado. Además, he apreciado que todos los capítulos tienen un cierre magnífico, se nota que se ha prestado atención a todo.
Palmeras en la nieve - Luz GabásPor último, quiero citar las palabras de Luz Gabás cuando le preguntan por el parecido de su novela con Memorias de África y El tiempo entre costuras, con las que se la ha comparado desde antes de ponerse a la venta: «Mi libro solo comparte con el de María Dueñas haber elegido una colonia española olvidada, y situar a unos personajes que se debaten por evolucionar en un contexto que mediatiza su existencia». Además, en el artículo añaden: «De igual forma, a Memorias de África únicamente le une el verde y exuberante territorio africano». Opino exactamente igual, aunque incluyo que también tienen en común el hecho de ser grandes historias.

Conclusión

A pesar de las críticas negativas, no olvidemos que se trata de una obra de más de setecientas páginas y que, como es natural, da para muchos comentarios. Lo cierto es que he disfrutado mucho de esta novela, los temas históricos me han parecido interesantísimos y la recreación me ha cautivado hasta tal punto que al cerrar el libro seguía pensando en África. Tal vez no se convertirá en un clásico de la literatura (ni tampoco lo pretende), pero tiene cualidades para gustar al gran público y podría llegar a ser un éxito de ventas. Si os llama la atención, podéis empezar a leer algunas páginas (no las primeras). Por mi parte, solo me queda añadir que a mí también se me ha quedado África en el alma.
Las fotografías pertenecen al archivo familiar de la autora y están sacadas de aquí.
Mi valoración: 8/10

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista