Pam y Jim

Pienso que fui una vez Pienso que fuimos Tu leche es mi vino Mi seda es tu brillo.
Jim Morrison








Te esperé tres años en el blando espejo del tiempo.
Desde que te encontré en la bañera
hasta el abrazo cósmico.
Solo tenías miedo a despertar una mañana
y descubrirnos normales
viejos y vivos sin reconocernos muertos.
Eso te aterraba, me decías
eso te aterraba, me decías
eso te aterraba
desperdiciar los días sin el fulgor
me decías
sin ser sublimes sin apresar lo que arde
te aterraba
como mi cabello te ardía, me decías
y yo tan solo te amaba
y el mundo mentía saber algo de nosotros.
Me decías;
¿los ves? esos son mis hermanos
tu leche es mi vino, me decías
mira son mis hermanos en el desfile extraño
tan heridos que apenas se sostienen
cada uno con la ofrenda de hueso y jazmín.
Mira son mis hermanos sin consuelo
don y maldición herederos de la jauría.
Me decías, con tu lengua en mi vertebra
sabes eso me aterra, mira mis hermanos
apenas se aguantan se sostienen.
Mira a su lado esas mujeres
putas y santas que los aguantan y sostienen.
Santas y putas como tú, tejidas de versos.
Y yo tan solo te amaba
como a un dios loco que me aterraba.
Como al rey lagarto serpenteando
entre mis piernas de canela blanca.
En el verano sudoroso del amor
América nos molía a palos.
Me decías, vamos a divertirnos nena
la noche será larga y tempestuosa.
Vamos a divertirnos, me decías,
el despertar me aterra.
Cuando termine la fiesta y acabe la música
apaga las luces y lléname la bañera.
Voy a abrirme paso al otro lado, nena.
Si te dicen que no te amé, mienten porque les aterra.
Me decías tendrás que esperar tres años
desde hoy hasta el abrazo cósmico.