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Pañal nocturno en niños mayores

Por Zulema @MamaEsBloguera

Pañal nocturno en niños mayores

oct
2013 15

posted by on Zu: Aprendiendo con dos enanos

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pañal nocturno

 

El pañal nocturno es un pequeño “monstruo” que nos sigue a los padres cuando nuestros hijos superan los 4 años y no conseguimos desaparecerlo. Es el causante de que muchas veces nos agobiemos sin saber cómo superar esta etapa. También es el causante de hacernos sentir el fracaso cuando por más que se intenta por todos los medios no se consigue.

Si ya nuestro hijo supera los seis años, pasa a convertirse en prácticamente un tabú. Es el tema que esquivamos a toda costa ya que nos avergonzamos de no conseguirlo. Pero esto, como todo, es cuestión de etapas y de madurez. Si nuestro hijo supera esta edad y aún sigue sin controlar el pis de noche, miremos al pasado y comprobaremos que al menos un familiar cercano también lo pasó. La enuresis nocturna es hereditaria mayormente.

Yo misma probé de todo, llegué a ponerme cuatro alarmas en la noche para llevar al peque al baño, rompiendo mi sueño y rompiendo el suyo, para nada. El peque cada día amanece igualmente mojado. También reducimos líquidos y alimentos que contengan mucha agua, para nada. Siempre amanece mojado.

Cierto es que hay que intentarlo, ya que el pañal nocturno a medida que va creciendo irá causando algunos problemas. Es probable que nuestro peque no quiera quedarse en casa de ningún amigo llegado el momento, o que no quiera realizar actividades donde deba dormir fuera de casa o en un entorno que no le sea tan cercano o bien no tenga la confianza suficiente. Le resta un poco de seguridad y le avergüenza.

En casa como todos (salvo la mayor) hemos sido muy meones, pues no le damos la importancia que para mí no tiene. Sigo pensando que es cuestión de madurez y llegará el día en que amanezca siempre seco. De hecho tiene bastantes días donde esto sucede.

Como he vivido y vivo esta experiencia muy de cerca, conmigo misma en su momento, sí quiero dejar algunos tips que debemos tener en cuenta en estas situaciones:

  • No te avergüences. No tienes nada de qué avergonzarte ya que no todas las personas son capaces de controlar los esfínteres a una misma edad. Cada cuerpo tiene su ritmo de desarrollo y madurez, es cuestión de esperar un poco e ir intentándolo sin agobiarnos.

 

  • No le culpes si amanece mojado ni le reproches. Él mismo ya ha visto y sentido que no ha salido bien, que no lo ha conseguido. No es necesario que se lo recuerdes ni que se le haga sentir mal por ello.

 

  • En algunos sitios he llegado a leer que sería bueno hacerle retirar a él las sábanas si las moja. Yo sinceramente esto lo veo como un “castigo” por algo que él no ha podido controlar. No creo que sea justo, aunque sí podemos incluirlo en su rutina de colaboración doméstica cuando toquen los cambios.

 

  • No permitas que nadie le llame meón ni le burle por este motivo. No dañemos la autoestima del pequeño de forma innecesaria. Igual nosotros mismos jamás lo haríamos, pero sí es cierto que hay personas muy entrometidas que si casualmente se enteran, suelen decirle al niño meón en forma de “gracia”. No lo toleremos.

 


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