Revista Diario

Papá sin complejos: cambiando de trabajo

Por Belen

Tras casi 2 años y 5 meses en un trabajo que se había convertido en un caos de planificación y de improvisación, he comenzado una nueva etapa. Espero que sea mejor que la anterior.
Hasta ahora tenía un trabajo en el que había que hacer horas por decreto, sin cobrarlas, claro. Yo hacía pocas, pero las hacia. 
Tenía además como "beneficio de empresa" el teléfono. Pero claro, estaba disponible a cualquier hora del día, incluso los fines de semana y en vacaciones. Y uno, que presume de ser más o menos responsable, y tenía gente a mi cargo, no lo apagaba y contestaba más o menos a todas las llamadas, con el consiguiente marrón resultante. Y a mi, cuando estoy en casa, me gusta estar en casa, haciendo las cosas de mi casa, y atendiendo a mi familia. O con mi ocio particular. Vamos, lo que se suele conocer como "tener una vida"...
En el trabajo que comienzo ahora no tengo que hacer horas por decreto. Asumo que en algún momento tocará alguna, pero no será lo mismo. No tengo teléfono de empresa, con lo que cuando salga de la oficina podré desconectar. No tengo gente a mi cargo. No tengo un puesto de responsabilidad. Si, seré más prescindible, pero eso es relativo. Me acabo de ir de un sitio en el que se supone tenía muchas responsabilidades y no ha habido intento de retención, ni drama ni nada por el estilo. Nada de nada.
Gano un poco más ahora. Lo cual no deja de ser chocante. No es mucho más, pero insisto, no tengo responsabilidades frente al cliente, ni tengo que tomar decisiones. Y me hacen un mejor contrato. Sé que hoy en día tener un contrato indefinido no es gran cosa, pero lo que no podía ser era tener un contrato por obra y servicio tras más de dos años y estar trabajando en multitud de proyectos y no el que se indicaba en el contrato.
Cuento todo esto para llegar a lo que realmente interesa: espero poder conciliar algo más, aunque el horario no va a ser mejor, ya que entro un poco más tarde y también salgo algo más tarde, al menos sé que podré cumplir mi horario y que no voy a viajar. También espero poder estar algo más tranquilo, y no llevarme el estrés ni los problemas para casa. El tiempo que esté ahora en casa será al 100% para mi familia, y en vacaciones igual. Resulta curioso tener que alegrarse de poder estar de vacaciones sin interrupciones laborales. Ahora esto parece un gran logro, cuando debería ser lo mínimo. En fin, estas son las cosas que están pasando en esta estructura laboral que nos están metiendo poco a poco.

Puede que no tarde en quejarme, soy así de inconformista, y reconozco que tengo siempre bastante miedo a no saber desempeñar mis nuevas tareas, pero me he hecho el propósito a mi mismo de intentar ser más positivo y sobre todo, tomarme las cosas con más calma. Y seguir echando los euromillones, que eso sí que permite conciliar ... :)


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