Revista Diario

Papá sin complejos: Decepción "jugueteril"

Por Belen
Lo reconozco, me pierde regalarle cosas a mi niño. Disfruto muchísimo con la cara de sorpresa que pone cuando le regalamos algo. Ya sea un sobre de cromos, o un regalo más "elaborado" (o sea, caro).  Sé que no es bueno darles muchos regalos, por que se acostumbran a ello, y al final no les dan valor (y nos está pasando). Pero que queréis que os diga, yo fui un niño con pocos juguetes, y reconozco que "sufrí" un poco por ello. Muchos de mis amigos tenían Clicks, Airgam Boys, Scalextric... y yo solo recuerdo haber tenido dos clicks (un confederado y un unionista), aparte de alguna pelota cutrecilla, algún camión, y demás, pero de los juguetes "de marca" poca cosa. Así que supongo que estoy tratando de compensar esta carencia que tuve. Os confieso que juego yo casi más que mi hijo con las cosas que le compramos. 
Hoy me gustaría hablaros de un juguete que nos ha traído Papa Noel. Se trata del circuito "Carrera Go!!! Cars 2 Secret Mission". Se lo pedimos con mucha ilusión. Y al niño parece que le gusta bastante, peeeeeeerooooo... al papá no le gusta tanto. 
El montaje es un infierno. Se tarda bastante en montarlo, por que las pistas encajan unas con otras, pero se sueltan con facilidad. Y el fabricante lo sabe, y por eso ha incluido un buen número de piececitas que sirven como anclaje entre pista y pista. Se soluciona el problema. Pero claro, tienes que ponerlas, y no siempre es sencillo. Y lo peor es a la hora de desmontar. 

Ya me he dejado un par de uñas y un poco de piel del dedo índice en ello. Además, Papá Noel tuvo la genial idea de traer la pista que tenía "loopings", con lo que la cosa se complicó aun más, ya que el que ideó como apoyar el looping en el suelo se lució, con unas piezas de plástico que se encajan sobre otras piezas salientes de plástico también, que se rompen con solo mirarlas. 

Una vez pasado el trámite del montaje, pues la verdad es que el juego da poco de sí. Se trata de dar vueltas y más vueltas, intentando que los coches no se salgan, lo cual no es fácil, ya que cogen bastante velocidad y no son muy estables en las curvas. Y el niño se acaba cansando relativamente rápido, con lo cual es bastante frustrante que se esté más tiempo montando la pista que jugando con el juguete. Menos mal que la gata lo hace un poco más ameno, tratanto de cazar los coches.  Eso si, teniendo cuidado de que no salte mucho sobre las pistas, o que con el jaleo no las pisemos el niño o yo, por que al ser las pistas relativamente rígidas, me temo que en breve partiremos alguna.

Tal vez las expectativas estaban un poco altas, ya que venimos del Scalextric, que es infinitamente más sencillo de montar, las pistas son flexibles y más difíciles de partir (aunque al final el juego en si también sea dar vueltas y más vueltas).
En definitiva, espero que si alguien estuviera pensando pedírselo a los Reyes Magos, se lo piense mejor, y si tiene la opción del Scalextric, se decante por este último, por que además, el precio es similar... según pude mirar después, ya que no olvidemos que fue un regalo de Papá Noel :). Aunque si se tiene sitio para dejar el circuito montado de forma estable entonces la cosa no es tan diferente, ojo. El principal inconveniente de este juguete es el tener que montarlo cada vez que se juega con él.
Espero que no pase por aquí ningún responsable de Carrera, y si se pasa, que no se lo tome muy a mal... 
Por papá sin complejos.

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