Papel, gomas, lápices y recuerdos de otro tiempo

De pequeños la vuelta al cole se convertía en un tira y afloja con los padres para reponer  el material escolar, estuviera o no dañado, si no era nuevo, no molaba. Las famosas gomas de borrar que todos sabemos que en realidad no se gastaban nunca, pero ya sea a base de clavarle el compás o de acabar migándola siempre terminaba desapareciendo, el lápiz amarillo y negro que jamás tenía punta y las ceras de colores que tu madre insistía en que podías seguir usando aunque midieran dos centímetros, son cosas que desde luego de niños nos fascinaban.

A algunos, ya adultos, nos siguen encantando el material de papelería. Es una extraña sensación de regreso a la infancia ver una caja de lápices de colores, o una libreta con todas las páginas en blanco que cuanto menos, incita a crear. Luego a muchos os pasará, como a mi, que me encanta acumular cuadernos de tapas preciosas con hojas en blanco, que son tan bonitos que me da pena usarlos.

Con la llegada de la era tecnológica, solo unos pocos sibaritas seguimos disfrutando de oír rasgar el papel con un bolígrafo de punta fina. Escribir a mano o subrayar frases de un libro son placeres casi reservados para estudiantes y opositores, puesto que guardar los datos en el móvil o directamente grabar un audio para recordarnos nuestras tareas se ha convertido en un modo de facilitarnos la vida.

Entrar en una papelería y aturullarse entre cuadernos, bolígrafos, calculadoras, plastilinas, clips y chinchetas es casi cosa de otra época, incluso sentir el olor de la tinta y el papel y tocar las diferentes texturas.

Aún así, para los amantes de lo clásico pero frikis de la tecnología, ha llegado una manera de combinar ambos mundos con páginas web como Distrimar, pudiendo comprar cualquier artículo de papelería online, teniendo para elegir entre cientos de objetos que harán las delicias de niños y mayores.