Revista Decoración

¿Para comer o decorar?

Por Retroyconencanto @retroyconencant
Pensábamos comenzar este post con un refrán que se repite con frecuencia en nuestras casas, ese que dice que "donde comen dos, comen tres", y al que siempre hemos recurrido para invitar a alguien con el que no contábamos. Ha sido al investigar sobre su origen que nos hemos dado cuenta que el refrán, tal y como nosotras lo declamábamos,  no acaba ahí... "donde comen dos comen tres, si hay comida para cuatro" ¡Ahora sí lo entendemos! Porque en nuestras casas, donde comen dos no comen tres si no es preparando sobre la marcha lo primero que se nos ocurra. Que nosotras cuando invitamos, lo hacemos de corazón, pero siendo conscientes de que repartiendo lo previsto, se va a pasar muuucha hambre. Pero nada como los huevos fritos o el filete empanado (¡que rico!), para salvar esas situaciones que, cuando tienes hijos en casa, se plantean un día sí y el otro también: -"¿Mamá, se puede quedar fulanito a cenar, menganito a comer, todos los que estamos haciendo el trabajo a merendar...?" Y claro, cómo decir que no. Allí que nos arremangamos con los sándwiches, las pizzas o lo que haya en la nevera, para tirar por los suelos las previsiones semanales de cualquier familia que se precie. Pero no hay satisfacción mayor que ver una mesa llena de adolescentes dispuestos a dar buena cuenta de cualquier festín, mientras charlan de sus cosas. Eso sí, los manteles y las servilletas de tela las dejamos para ocasiones mas formales. Y mientras éstas llegan, hemos decidido rescatarlos del cajón para lucirlos bien a la vista, pues, sea cual sea su estética (más vintage o actual), lo cierto es que siempre permanecen escondidos a pesar de su belleza.
¿Para comer o decorar?
¿Para comer o decorar?
Foto
¿Para comer o decorar?
Foto
¿Para comer o decorar?
Foto
¿Para comer o decorar?
Foto
¿Dónde guardáis vuestras mantelerías? ¿Os animáis a sacarlas para decorar?

Volver a la Portada de Logo Paperblog