Poema escrito a dos meses de la ausencia de Santiago Maldonado, que desapareció luego que la Gendarmería Nacional ingresó en territorio Mapuche realizando un operativo policial con fuerte represión por parte de esa fuerza de seguridad.
(Para Santiago Maldonado)
Y ahora que las nubes secuestraron a la luna
y Dios parece haberse dormido
o suicidado tirándose al vacío
que él mismo creó...
Ahora que nos dejamos librados al azar
y que nos somos presa fácil de los lobos en celo,
que están sedientos de sangre,
y hambrientos de todos y cada uno de los nuestros derechos...
Ahora, qué le dimos de nuevo la espalda a uno de nosotros
y que el silencio se convirtió en las espinas de una corona
que no nos tiene reservado ni castillos ni tronos ni reinas
ni historias de nunca jamás y que nos quiere retacear felices finales.
Ahora, que el tiempo nos marca a contra hora,
y que nos intentan cobrar hasta la bala
con la que nos quieren disparar en la cabeza
para pasarnos finalmente a mejor vida.
Es tiempo de volvernos uno, de levantar la cabeza,
de dejar de jugar para la tribuna,
y ensayar la única gambeta que sirve
la que te deja cara a cara con el arquero
y fusilarlo sin culpas ni remordimientos,
sabiendo que es él o nosotros
y que no siempre en la vida hay revancha...
Leandro Murciego
(El tiro final)