Revista Cocina

Parásitos intestinales: Cómo evitarlos

Por Paloma Alós @eltercerbrazo

Parásitos intestinalesLos dos principales tipos de parásitos intestinales son los helmintos y los protozoos.

Los helmintos son gusanos con muchas células. Las tenias, gusanos y lombrices, están entre los helmintos más comunes. En su forma adulta, los helmintos no pueden multiplicarse en el cuerpo humano. Los protozoos tienen una sola célula, y pueden multiplicarse dentro del cuerpo humano, lo que puede permitir que se desarrollen infecciones graves. Los parásitos intestinales suelen transmitirse cuando alguien entra en contacto con heces infectadas (por ejemplo, a través de suelos, alimentos o agua contaminadas).

Los principales síntomas que pueden producir los parásitos intestinales incluyen:

  • Dolor abdominal
  • Diarrea
  • Náuseas o vómitos
  • Gas o hinchazón
  • Disentería (heces blandas que contienen sangre y moco)
  • Erupción o picazón alrededor del recto o la vulva
  • Sensación de cansancio
  • Pérdida de peso
  • Presencia visible de gusanos en las heces

Vamos a centrarnos en los helmintos:

Las tenias

Los gusanos como la tenia pueden infestarnos a través de la carne poco cocida y contaminada, principalmente la carne de vaca, cerdo y el pescado. Los peces, los cerdos y el ganado se suelen infestar al beber agua contaminada con huevos de tenia. Las tenias tienen un ciclo de vida complejo, sus huevos se convierten en quistes cuando son consumidos por un huésped intermedio como vacas, cerdos o peces. Un quiste es la cápsula resistente y protectora que encierra la larva de un gusano parásito. Estos quistes permanecen latentes en el huésped intermedio hasta que son consumidos por un ser humano, es entonces cuando se convertirán en adultos. Si comemos carne cruda o no completamente cocinada que contiene estos quistes, las larvas se activan en nuestro intestino. Una vez dentro del intestino del nuevo huésped, se adhieren a la pared intestinal y crecen hasta convertirse en gusanos adultos. Las frutas y verduras que comemos pueden haber sido cultivadas o en un suelo cerca de heces de animales. Esta es la razón por la cual es tan importante lavar bien todas las frutas y verduras antes de comerlas. También es posible que las tenias instalen sus huevos en los órganos humanos del huésped, como el hígado, los pulmones, el corazón y también el cerebro. Los parásitos tienen habilidades de supervivencia extraordinarias y pueden vivir dentro de sus anfitriones hasta varios años. Incluso se han registrado casos de tenias de más de 20 años de edad, que viven dentro de las personas.

Los oxiuros

Estos parásitos son otro tipo de gusanos. Los huevos de Oxiuros pueden volar fácilmente en el aire y esto sucede, por ejemplo, cuando sacudimos la ropa de cama de alguien que tiene oxiuros y así son transportados. Los huevos de oxiuros no sólo se pueden inhalar sino que también puede aterrizar en los alimentos que comemos o en la ropa de cama. Son gusanos pequeños, delgados, blancos de hasta medio centímetro de largo. Se pasan fácilmente de persona a persona, aunque su ciclo de vida por lo general dura 2 semanas. Aunque estos gusanos no son peligrosos en términos de salud, pueden ser muy irritantes y pueden causar irritaciones de la piel y puede ser difícil de deshacerse de ellos. Viven en el intestino humano y ponen sus huevos en la piel alrededor del ano. Afectan más frecuentemente a los niños, pero también afectan a los adultos. A temperatura ambiente, se sabe que los huevos de oxiuros sobreviven fuera del intestino hasta 2 semanas. Los huevos eclosionan donde se depositan, después se vuelven a introducir en el intestino donde crecen al tamaño adulto. Al rascarse la zona alrededor del ano, los huevos pequeños pueden quedar bajo las uñas o en los dedos y así pueden pasar los huevos a otras personas a través del contacto. Un buen número de parásitos comunes a los gatos y perros también pueden sobrevivir muy felizmente dentro de un cuerpo humano.

Simplemente acariciar a nuestras mascotas puede aumentar las posibilidades de infección, los huevos de los parásitos pueden pasar de su piel a nuestras manos, nariz y boca.

Cómo reducir las posibilidades de infestarse

  • Realizar un lavado de manos adecuado que incluya un cepillado bajo las uñas.
  • Tratar de minimizar el rascado del área infectada.
  • Cambiar las sábanas y fundas de almohada y ropa de cama frecuentemente si hay alguien tiene oxiuros en casa.
  • Mantener la higiene diaria con ducha (no baño) incluso para los niños.
  • Lavado exaustivo de frutas y verduras antes de su consumo
  • Cocinar las carnes adecuadamente.
  • No beber de riachuelos o aguas posiblemente contaminadas.
  • Especial atención a los viajes a países donde puedan adquirirse otros tipos de parásitos intestinales o enfermedades por consumo de aguas contaminadas, comida de venta ambulante, bebidas, etc.

Imagen de Fotolia – ©psdesign1


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