No se puede ir a Notre Dame y renunciar a subir a ver las gárgolas y las excelentes vistas que se nos ofrecen desde allí. Sólo tiene tres pequeños inconvenientes que para la mayor parte de la gente no tendrán importancia. El primero, que es muy posible que tengamos que hacer cola para subir. El segundo, que se sube por unas pronunciadas escaleras de caracol y no se puede bajar por las mismas, de manera que una vez iniciemos la aventura, tendremos que aguantar hasta el final. Si tus rodillas no lo soportan, o tu vértigo no lo soporta, o tu corazón o tus hijos o tu necesidad de tener cerca un WC, piénsalo antes. Como tercer inconveniente, se trata de una visita de pago, pero no es muy cara, creo que no llega a 6€ si mal no recuerdo. Sin duda lo compensa la maravilla que verás, no hay dos gárgolas iguales y la sensación es sublime.
Esta gárgola contempla todo lo que hay a su alrededor.
Esta otra tiene en frente la torre Eiffel entre otras cosas.
A esta otra la hemos pillado comiendo!!
Nos encantó esta otra que es una cigüeña, como las típicas extremeñas.
Este par imponen, ¿no os dan un poco de miedo?
De este conjunto me encanta la que se parece a Mike Wasowsky, el amigo verde y redondo de Monstruos SA
Estas dos estaban muy alejadas de todo!!