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Partido de la muerte: FC Start vs Nazis

Publicado el 19 octubre 2014 por Kanutooo

Partido de la muerte.

Kiev, en 1942 durante la ocupación nazi.

El origen de la historia se forja en una panadería, propiedad de Kordik, un aficionado del Dinamo de origen alemán que curiosamente dio trabajo como limpiador a Trusevich, el portero de su equipo (increíble, -uno de mis ídolos trabajando para mí-), condenado a la indigencia tras la ocupación de la capital de Ucrania.

A Kordik entusiasta del fútbol, se le ocurrió la idea de formar un equipo de fútbol de la panadería, y obviamente con el agrado del jugador-trabajador, allá por la primavera de 1942, Trusevych empezó a buscar por Kiev a su antiguos compañeros de equipo para “resucitar” al Dinamo. El primero que encontró fue Makar Goncharenko.

Por tanto, poco después se creó el FC Start, que fue formado finalmente por antiguos jugadores del Dinamo de Kiev y también en menor medida del Lokomotiv.

Cabe mencionar, que las motivaciones del dueño del local nunca estuvieron realmente claras. Si bien es cierto que como aficionado, quizás, realizo un gesto altruista y meramente vocacional, otros creen que lo hizo sólo para lucrarse, “subastando” el equipo y sus correspondientes encuentros para jugar partidos gracias a su buena sintonía con las fuerzas de ocupación.

El  FC Start pudo jugar varios partido, su primer enfrentamiento en junio de 1942. Fue ante el Rukh, un equipo local, al que goleó 7-2. Poco después, pasó a medirse a equipos formados por soldados de las fuerzas invasoras alemanas (como mencionamos antes, gracias a la influencia del panadero Kordik), y otros equipos de la zona húngaros o rumanos.

Hasta que topó con la Luftwaffe y las SS que con aires de superioridad les retaron a un partido. Tras una serie inmaculada de victorias, el 6 de agosto, el Start cumplió en el campo, lejos de amedrentarse, se ensañó también con el Flakelf, conjunto formado por militares alemanes, derrotándolo por 5-1.

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Justo antes, El 28 de julio Stalin promulgó la Orden 227, que se resumía en cuatro palabras: “Ni un paso atrás”. La tensión por tanto aumentaba en Kiev cuando el Start enfrentó a un equipo alemán y encima lo derroto.

El deporte era uno de los ejes decisivos de la ideología nazi. Tanto es así que en 1936, cuando Noruega derrotó a Alemania en las Olimpiadas de Berlín, Goebbels escribió en su diario: “100.000 personas abandonaron el estadio deprimidas. Ganar un partido puede ser más importante que conquistar algún pueblo en el este”.

Por tanto, el Flakelf exigió la revancha, la cual fue fijada para el 9 de agosto, en el estadio Zenit.

Star FC

El segundo partido se celebró esta vez en condiciones, más aun si cabe, adversas para los del Start. El árbitro era miembro y oficial de las SS y el equipo alemán recibió refuerzos (no se trataba de cracks, pero sí de los aviadores mejor “preparados” físicamente).

De hecho, diversas fuentes anónimas advirtieron al FC Start de un posible castigo si no perdían contra los alemanes.

Antes del partido, el árbitro visitó a los ucranianos y pidió que al salir a la cancha hicieran el saludo nazi. Sobrevino una polémica que dio lugar a una discrepancia. Así fue como, cuando el Flakelf gritó “Heil Hitler!”, en forma espontánea, los panaderos exclamaron: “FizcultHura!” (“¡Viva el deporte!”, lema de los equipos soviéticos).

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Como era de prever, el árbitro toleró el juego rudo de los alemanes haciendo caso omiso a las faltas del equipo Flakelf. El equipo alemán avanzó salvajemente hacia la portería del FC Start, gracias a una campaña sostenida de ejercicios físicos. Fue incluso cuando Trusevych, portero, recibió una patada en la cabeza de un delantero del Flakelf, dejándolo atontado. Y mientras se recuperaba, el equipo alemán anotó un tanto.

Aun así, la calidad era la calidad, y aun que el árbitro siguió ignorando las reclamaciones del FC Start por la violencia de sus oponentes, el FC Start anotó un gol de falta por Kuzmenko. Luego Goncharenko, esquivó la pelota entre los defensores y metió el balón en la red del equipo alemán en dos ocasiones casi consecutivas. El primer tiempo terminó 3-1 a favor del Start.

Durante el descanso, un oficial les advirtió de las consecuencias de ganar. Esta vez la unanimidad en el vestuario fue instantánea

La segunda mitad continuó con la misma dinámica en cuanto a “juego”. Cada uno de los equipos marcó 2 goles por lo que el FC Start se encontraba en una posición favorable de 5-3 y fue entonces, cuando aconteció la “gran” jugada del “partido de la muerte”… NO fue un gol.

Klimenko hizo la jugada más valiente en la historia del fútbol. Con esa ventaja de 5-3, el defensa cogió la pelota y regateó uno tras otro a los jugadores del equipo alemán, hasta la portería, y solo frente a ella sin portero, se giró y de forma desafiante tiró el balón a la grada. Humillante indulto.

Esto provocó que el árbitro pitara el final antes de los 90 minutos reglamentarios.

Solo ante la portería, demostró a sus verdugos que no era como ellos: les perdonó.

Esa segunda derrota fue demasiado para los alemanes, tan llenos de ansia ganadora, que prepararon la venganza en frío. Una semana después, el 16 de agosto, el Start volvió a ser OBLIGADO a jugar, de nuevo ante el Rukh con resultado nefasto y más humillante aun, (8-0).

Tras la conclusión partido, la Gestapo arrestó a varios jugadores del Start, supuestamente por pertenecer a la NKVD, el órgano represor de Stalin. Bien es cierto que uno de ellos, Mikola Korotkykh, ya había sido detenido antes del partido inicial del 6 de agosto y murió unas semanas después, tras ser torturado.

A falta de pruebas contra los otros jugadores detenidos, fueron enviados al campo de trabajo de Sirets, a las afueras de Kiev, donde fueron separados en diferentes grupos y donde los tres jugadores del Dinamo fueron asignados al equipo encargado de transportar la leña. Sobrevivieron seis meses más y cayeron, probablemente, víctimas de la tensión en el campo de batalla. Klymenko, el portero Trusevich e Ivan Kuzmenko fueron ejecutados en febrero de 1943.


Una historia que aún está presente.

A día de hoy, siete décadas después, los poseedores de boletos para el partido del 9 de agosto de 1942 siguen teniendo libre acceso a los partidos del Dinamo. Yen la entrada del Start Stadium, una escultura recuerda a los futbolistas que eligieron ganar antes que vivir. “De la rosa sólo nos queda el nombre”, se puede leer en su epitafio.

También mucha gente conocerá la película “Evasión o Victoria”, famosa por la colaboración de varios futbolistas famosos como Pelé o Bobby More, pero menos gente sabe que fue inspirada en “El Partido de la Muerte”.


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