Paseo Nocturno

Córdoba inconsciente como estatua de mármol, diosa de la belleza
humana entre la cal de la calle, paraíso de la mirada. ¿Cómo nace la
hermosura de ti? ¿Cómo se muda tu áspero y calizo espíritu en tu mármol
humano?
Juan Bernier

Se intuye la nueva estación, se nota en el aire. Pasado el estío, ahora si es posible otra luz.
Aún no tenemos constancia de tu otoño, las hojas se niegan a caer, la calidez impera, y, hay días que no sabes que ponerte. Es el tiempo de los locos –decimos aquí-, el caos en la indumentaria es total. 

Para mí es la mejor época para salir a buscarte, trato en vano -como decía Bernier- de averiguar cómo nace la hermosura en ti, pero creo que la tarea es imposible ¿Cómo conjugar tangible e intangible? Cuando “el sol regresa a su fragua” (Gabriela Mistral) y los últimos rayos doran tu paisaje, salgo a tu encuentro

Camino tus calles sin rumbo fijo dejándome llevar por la intuición, sé que al final terminaras sorprendiéndome sin saber cómo, y da igual las mil veces que he pasado por ese lugar, siempre me descubres algo nuevo.
El momento que los fotógrafos llaman la hora azul, me pilló en la calle J. María Rey Heredia (matemático cordobés del S. XIX). Aún conserva el trazado de uno de los ramales del Kardo Maximus de la Colonia Patricia… ¡la de historia que tiene esta calle! Me gusta esa combinación de luz natural y eléctrica 



Noche fabricadora de embelecos, loca, imaginativa, quimerista, que muestras al que en ti su bien conquista, los montes llanos y los mares secos; 
habitadora de celebros huecos, mecánica, filósofa, alquimista, encubridora vil, lince sin vista, espantadiza de tus mismos ecos; 
la sombra, el miedo, el mal se te atribuya, solícita, poeta, enferma, fría, manos del bravo y pies del fugitivo. 
¡Que vele o duerma, media vida es tuya; si velo, te lo pago con el día, y si duermo, no siento lo que vivo. 
Lope de Vega
La noche, el gato y yo. El pequeño felino ni se movió cuando pase por su lado, nos miramos y me pareció adivinar lo que pensaba: ¿A dónde irás tu por aquí?


Sensualidad: capacidad para provocar o satisfacer los placeres de los sentidos (RAE) Tal vez sea esto lo que envuelve el paseo nocturno por tus calles… 

Sin pretenderlo, casi sin darme cuenta enredado en el dédalo de tus calles, desemboqué en tu cervantina Plaza del Potro. Seguramente, harto de fotos, del trasiego de gente por la plaza, de ver salir y entrar al personal de la Posada y del Museo, te encontré a pie de calle. No te dije nada, comprendí que no estabas para chácharas 









Salí por la prolongación de la Plaza.  Observe que los restaurantes estaban prácticamente llenos (para la fecha en la que nos encontramos) y pensé que el turismo es cada vez más inteligente. Pocas ciudades andaluzas tienen una oferta nocturna como Córdoba: Visitas guiadas por la Córdoba misteriosa, espectáculo ecuestre en Caballerizas Reales, visitar los patios de noche en el barrio de San Basilio, darse una tregua en el Haman –baños árabes-, ver el maravilloso espectáculo de luz y sonido del Alcázar de los Reyes Cristianos. ¡Cómo no! asistir a un espectáculo flamenco, visitar el Jardín Botánico (solo en verano), la amplísima oferta para la juventud… Como final he dejado el espectáculo nocturno de la Mezquita, El Alma de Córdoba. Tarea vana describirlo, hay que verlo.
Ya en la Ribera, me asomé para ver la seda de tu rio

En el Arco del Triunfo – que no se sabe muy bien si es arco, puerta o puerta del Puente Romano-  encontré a mi amiga la luna (soy lunático, lo confieso)


La luna me acompaño en el camino de vuelta… en casa quien es más importante que tu, Córdoba, espera.