La pastafrola (también pastaflora) es muy típica en Argentina, Paraguay, y Uruguay, mientras que la costrata se hace habitualmente en Italia, ambas preparaciones son muy similares. De hecho, hay quien sostiene que la primera proviene de la segunda, aunque hay otras versiones que dicen que la pastafrola es una derivación de la linzer torte austriaca aunque esta suele llevar también frutos secos.
En el cono sur se suele rellenar de membrillo, de dulce de leche, o de otros dulces como el de batata. En Italia, sin embargo, es más habitual que esté rellena de mermelada de cereza, de melocotón, o de fresa, aunque si queremos darle un toque diferente podemos ponerle por ejemplo una mermelada de naranja.
En mi caso he decidido que le iba a poner mermelada de frambuesas porque, en general, las mermeladas de frutas del bosque son las que más gustan en casa.
Se trata de una elaboración tradicional, muy sencilla y que tiene un punto de rústica. Espero que os guste y que la hagáis muchas veces.
Para
la pasta frolla:
150 g de harina
5 g de levadura
Royal
75 g de
mantequilla a temperatura ambiente
70 g de azúcar
2 yemas de
huevo
Ralladura de
medio limón
Para el relleno:
250 gr Mermelada de frambuesas
MODO DE HACER
1. Tamizar y
mezclar la harina con la levadura en polvo y reservar
2. Batir las
yemas con el azúcar hasta que doblen el volumen. Echar la ralladura de limón en esta mezcla.
3. Incorporar
la harina con la levadura y añadir la mantequilla, amasar bien.
4. Estirar
entre dos papeles de horno con el rodillo y dejar reposar estirada entre los papeles en la nevera durante
30 min.
5. Disponer en
el molde la masa, en mi caso he cortado la base con un aro y he hundido un poco el centro dejando los bordes un poco más altos. Sobre la masa se pone la mermelada y sobre la mermelada un enrejado que se hace con fragmentos de la masa frola.
6. Meter en el
horno precalentado a 180ºC durante 20 min o hasta que esté cocida.
7. Pintar con
brillo pastelero.
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