Vivimos en el mundo de la velocidad, del stress.
Donde se ha perdido la ilusión.
En el día a ía de tirar para adelante como se pueda sin tener proyectos atractivos.
Estamos desconectados de nuestros semejantes.
Vivimos en la era de la manufactura.
De los objetos en serie.
Del usar y tirar,
Del ordenador, la tablex y el móvil.
Creemos que estamos más conectados que nunca.
Y no tenemos tiempo para vernos.
No tenemos tiempo para relajarnos y disfrutar.
Nos olvidamos del pasado, rico en creatividad y en saber hacer.
Creemos que sabemos mucho en el siglo XXI.
Se nos ha olvidado que en el pasado una mujer era autosuficiente.
Sabía hacerse la ropa para ella y para los suyos.
Hacía los objetos de tela para su casa.
Se hacían sus bolsos, sus utensilios.
Cultivaba su comida, hacía pan, queso, yogurt, embutidos, de todo.
Con un pedacito de tierra tenía de todo.
Ahora sufrimos de depresión, de ansiedad, de stress, de irritación constante.
No estamos satisfechas con nuestra vida.
Los psicólogos aconsejan que busquemos una actividad que nos ilusione, que nos relaje, que nos llene de orgullo.
El Patchwork podría ser esa actividad.
Comenzamos a crear con nuestras manos.
Nos relajamos.
Nos relacionamos con otras personas que les gusta también.
Tenemos una ilusión.
Estamos orgullosas con nuestro trabajo.
Nos conectamos con las mujeres de antaño tan creativas, tan valientes, tan supervivientes.
Recuperamos nuestra fuerza, nuestra energía.
Estamos más contentas, más felices.
Conclusión:
No necesitamos pastillas, no necesitamos terapias.
Necesitamos ilusión.
Necesitamos coger las riendas de nuestra vida.
Saber en qué dirección andar.
Tener nuestro grupo.
¡Únete al Patchwork!
¡Llena de color tu vida!
Un abrazo.
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