Revista Cine

Paternidad a Carcajadas: La estupidez humana. Día 6.

Por Cartas A 1985 @AntonCruces

Permitidme que hoy me salte el formato de Paternidad a Carcajadas y prescinda, solo por esta vez, de mi querido Capitán. En realidad, lo que tengo que contaros nos atañe a nosotros más que a él.

Como la mayoría de vosotros, llevo confinado desde hace una semana. No tengo perro, no tengo jardín y hasta ayer teletrabajaba. Solo he salido veinte minutos para ir al supermercado el martes o el miércoles pasado, es difícil concretar el día de la semana en este nuevo universo de domingos inifinitos.

Os voy a confesar una cosa y que no salga de aquí: ayer sentí alivio cuando en mi empresa nos comunicaron que nos íbamos al paro. Trabajar desde casa está muy bien, según que sectores, es más productivo, pero con dos niños de cuatro años recluidos en un piso, no es viable. En esas condiciones es imposible. Incluso peligroso. Al final, uno no logra centrarse en nada y se siente superado por ambas bandas: la laboral y la familiar.

Así que ahora pienso en que por fin podré estar dedicado a ellos lo que quede de cuarentena, ya que Ovugirl, Madre de Lechones, sigue acudiendo a su puesto de trabajo y yo paso la mayor parte del tiempo con ellos.

También quiero aprovechar para mandaros ánimo y fuerza a todos los seguidores de Paternidad a Carcajadas en estos momentos tan duros para todos. Sé que a veces nos da el bajón, que esta cuarentena es una telaraña de incertidumbre, un campo de minas emocional; que no logramos ver la luz al final del túnel; que se nos da por llorar de tristeza y rabia al ver la tragedia de las residencias, o de emoción al ver la de gente buena que pone su grano de arena para hacer que todo sea más llevadero: puede ser un policía cantando para los niños por cantajuegos o ver a la policía y a los sanitarios frente a frente aplaudiéndose. ¡Es como el anuncio de Campofrío en bucle! Dos o tres veces al día me sorprendo con estos microllantos. A veces creo que me estoy transformando en Bridget Jones.

TODO VA A SALIR BIEN.

Eso sí, no somos invencibles.

También me gustaría aprovechar este post para insultar. Sí. Así como suena. Veréis, esta gentuza que se dedica a inundar las carreteras para desplazarse a segundas residencias, estos trileros de la cuarentena, escapistas de marca blanca que se creen que están por encima del bien y del mal. Solo quiero que sepáis una cosa: me parecéis despreciables como seres humanos. Diría que me dais pena, pero, en realidad, creo que la emoción está más cerca del asco y la infinita sorpresa. Einstein tenía razón cuando decía que:

Dos cosas son infinitas: la estupidez humana y el universo; y no estoy seguro de lo segundo

Albert Einstein

Esta cuarentena nos tiene a todos en casa para no colapsar el sistema, para proteger a nuestros mayores, nuestros padres, madres, abuelas y abuelos, que bien que nos cuidaron durante décadas, para que tuviésemos de todo. Nos dieron amor. Y ahora vosotros, putos insensibles, perdón...perdón que me quedo corto: putos insensibles de mierda... ¿Lo pagáis así? ¿En qué pensáis? En serio, ¿qué se os pasa por la cabeza? ¿Tanto os cuesta quedaros en casita?

Y ahora ojo que vienen curvas.

Paternidad a Carcajadas:  La estupidez humana. Día 6.

Con vosotros tolerancia cero. Cerdos.

Si alguno de vosotros piensa que el confinamiento no va con él, que no es para tanto, que qué va a pasar por irse de puente, mientras el resto nos inventamos carreras de naves espaciales en el pasillo para conseguir que nuestros hijos se olviden de que no pueden salir a la calle; si alguno de estos está leyendo esto, os pido por favor que os borréis del blog, del grupo etc. Me haréis un favor. No aspiro a tener lectores como vosotros. No quiero compartir nada con vosotros. Creo que sois lo peor que ha parido esta especie, así que os pediría con mucha educación que os vayáis a tomar por el culo. ¡Uy que grosero! Pues usted, la ofendidita u ofendidito también, puede tomar las misma vía rectal.

¿Quizás he sido un poco duro, no? Al fin y al cabo, esto es Paternidad a Carcajadas. Pues acabemos con unas risas. Ja, ja.

Al resto, a la gente de buen corazón, a todos esos profesionales que curran sin descanso, exponiéndose en hospitales y supermercados; a las fuerzas de seguridad, a los creadores de contenido que intentemos que lo llevéis mejor, a los artistas, a la gente que sale a aplaudir con sus hijos al balcón...a la gente HUMANA. ¡Bravo! ¡Ánimo! Aún queda, pero a pesar de estos mamones lo vamos a conseguir.

Se os quiere.

Fuerza.

PD: ¡Ah! Que me dice el Capitán que los que os hayáis leído los libros y os hayan gustado que dejéis un comentario en Amazon que no cuesta nada y ayuda.


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