[PD] El Arsenal que viene y se va

Viendo este posible once no suena tan mal este Arsenal Artículo escrito por: Arturo Sánchez. Este comienzo de temporada está deparando inicios nefastos de algunos equipos históricos o de gran importancia en los últimos años. Olympique de Marsella en Francia, Inter de Milán en Italia o Hamburgo en Alemania ocupan las últimas plazas de sus ligas. Al mismo nivel aparece el Arsenal en Inglaterra, donde después de varias jornadas de competición se sitúa en los puestos bajos de la tabla. Algunos dirán que no es sorprendente su bagaje hasta ahora, pero lo cierto es que a los problemas deportivos se ha sumado una depresión existencial de la entidad que pone en jaque los cimientos de un equipo hecho a la medida de su arquitecto, Arsene Wenger. Pero, ¿de verdad las marchas de Cesc y Nasri han debido suponer semejante crisis? No es justo decir que Wenger ha vendido a Cesc y Nasri, más bien ha tenido que venderlos. El club londinense no puede competir contra el Barcelona por un jugador que anhelaba por encima de todo ganar títulos, en el Barcelona. No puede pagarle a Nasri lo que sí puede el City, más cuando la presión del término de su contrato le obligaba a hacer un buen negocio este mismo verano. Al técnico alsaciano se le podrá reprochar que no haya ilusionado a su afición con sustitutos de relumbrón. Que en lugar de hacerse con un jugador que parecía a la medida del Arsenal, Hazard, haya fichado a Arteta. Que en vez de dar confiar ciega a Gibbs ficha a Andre Santos. Que la adquisición más importante para acompañar a Van Persie es Chu-Young-Park. O que el refuerzo de la zaga debería haber sido Cahill en lugar de Mertesacker. Pero, ¿los grandes Arsenal que ha construido Wenger se han basado en lo que debería haber fichado? Si uno echa la vista atrás y recuerda los grandes conjuntos de los últimos años, a buen seguro que nombrará al equipo de Wenger. Bien como el Arsenal de Bergkamp, el Arsenal de Henry, pero sobre todo dirán el Arsenal de Arsene Wenger. Equipos construidos a con el sello del alsaciano, de su forma de hacer las cosas. No era una apuesta segura Thierry Henry, que venía de fracasar en el Calcio. Pocos apostaban que jugadores como Edu o Ljunberg tenían sitio en su equipo. Vieira o Cesc son lo que son gracias a él, seguramente. Y así una lista de jugadores interminable. ¿Qué es lo que ha cambiado entonces? ¿Está haciendo las cosas peor el técnico del Arsenal? Es discutible si está fichando mejor o peor, si se está gastando todo lo que debiera etc. Lo que no es discutible es que las lesiones llevan años maltratando las posibilidades de los Gunners de lograr éxitos. Sobre todo se han cebado con el jugador llamado a ser el relevo de Henry como puntal del equipo, Robin Van Persie. Con Vermaelen, el elegido para liderar durante años la zaga londinense. Cesc acosado por problemas físicos siempre en momentos importantes. Parece que este año le puede tocar a Wilshere. Puede sonar a excusa, pero a nadie se le debe escapar que el equipo del Emirates ha tenido muy mala suerte. Además, el escenario en Inglaterra ha variado sustancialmente en los últimos tiempos. Dos equipos, Manchester United y Chelsea, se sitúan casi de manera sistemática en los dos primeros puestos. El Arsenal no puede competir con ellos a nivel económico, por lo que deportivamente es difícil hacerlo. El City hace tiempo que debería haberse situado en esa misma categoría, y pese a haberle arrebatado al Arsenal jugadores importantes, tan solo este año parece estar por encima de los Gunners. Incluso el Liverpool lleva un año invirtiendo mucho más de lo que puede hacer el Arsenal. Así es difícil competir, e incluso lograr la clasificación para la Champions se puede considerar un éxito desde hace tiempo. Al Arsenal le penaliza el traslado al Emirates, estadio que sigue pagando. Es el precio de tener uno de los mejores estadios de Europa, aumentando su capacidad de aforo en más de 20.000 personas. Le penaliza no haber conseguido todavía la tan ansiada Champions, competición en la que se ha topado siempre con enormes conjuntos como United o Barcelona. Pero lo cierto es que el año pasado no estuvo más lejos que el Real Madrid de eliminar al todopoderoso equipo de Guardiola, a la postre campeón. La oportuna pierna de Mascherano lo evitó. ¿Y ahora qué? Los fichajes no le van a dar el impulso necesario para pelear por  la Premier, pero sí puede optar todavía a plaza Champions, objetivo vital. Pero lo primero que debe hacer es recuperar la autoestima perdida, sobre todo después de la humillación de Old Trafford. Hay que ser realistas, pero el desánimo no debería ser tan gigantesco. Queda mucha temporada, y la recuperación de hombres tan importantes como Wilshere se antoja fundamental. Con él, la huella que ha dejado Cesc no será tan profunda.