Revista Educación

Pedagogía tóxica: ni la educación artística son manualidades ni la educación digital es un Power Point

Por Freddtipismana

Pedagogía tóxica: ni la educación artística son manualidades ni la educación digital es un Power Point El presente artículo le pertenece a Fernando Trujillo, Profesor en Didáctica de Lengua y Literatura de la Universidad de Granada, lleva a todos los docentes al cuestionamiento sobre qué debemos preferir:¿Una Pedagogía Tóxica o una Pedagogía Orgánica? Para entender mejor, los invito a leer esta publicación en su totalidad. Hay una pedagogía que cae en la tierra y fructifica. Como la buena semilla, toma de la tierra, del agua y del sol el alimento y crece hasta convertirse en un robusto árbol bajo cuyas ramas nos cobijamos y crecemos: es una pedagogía orgánica. Sin embargo, hay otra pedagogía que envenena la tierra y cuyos frutos no tienen sabor ni son sanos para el ser humano: es la pedagogía tóxica y sus raíces se extienden por todas las materias y ámbitos del sistema educativo. María Acaso la detectó en la educación artística pero en la educación digital también hay pedagogía tóxica. María Acaso describe en su libro La educación artística no son manualidades (2009, Los Libros de la Catarata) la pedagogía tóxica. Según María Acaso la pedagogía tóxica "tiene como objetivo fundamental el que nunca lleguemos a estar educados" porque esta es una "metodología educativa que parece que educa pero que, en realidad, deseduca; que parece que nos hace libres, pero sólo nos hace libres para comprar; que parece que es beneficiosa, pero resulta letal para el conocimiento crítico". En el terreno práctico la pedagogía tóxica se caracteriza por ser "un modelo educativo que tiene como objetivos: a) que los estudiantes formen su cuerpo de conocimientos a través del conocimiento importado (metanarrativas) y b) sean incapaces de generar conocimiento propio." Para ello la pedagogía tóxica se apoya en los siguientes puntos básicos:
  • "Los contenidos de enseñanza se seleccionan sin tener en cuenta los intereses de los estudiantes... Es un contenido desvitalizado".
  • "La clave metodológica de la Pedagogía Tóxica son las metodologías monológicas donde no interesa la participación del estudiante".
  • "Los procesos de evaluación se convierten en el verdadero eje central del modelo al utilizar las calificaciones como arma mediante la cual se reproduce un clima angustioso que fomenta la competitividad por el único objetivo que le interesa al estudiante: la calificación máxima. Todo esto crea una alta competitividad que relega a la mayoría y hace sobresalir a una minoría." Además, "la evaluación sólo se dirige en una dirección. El fracaso educativo sólo corresponde al participante, nunca al profesor. Los procesos de evaluación son sumativos y de resultados, nunca continuos y del proceso".
Estos procedimientos metodológicos son asumidos de manera tácita pues, como afirma María Acaso, "la característica más notable de la Pedagogía Tóxica es que opera de manera velada, escondida, que está agazapada." Es más, "uno de los grandes logros de la pedagogía tóxica es que consigue que no nos cuestionemos el sistema y que lo aceptemos sin reflexión." Como se pregunta María al comienzo del libro, "¿cómo puede ser que la mayoría de los profesores enseñen de la misma forma con la que han sido enseñados aun cuando literalmente aborrezcan de dicho sistema?" Finalmente, el logro fundamental de la Pedagogía Tóxica es la deseducación. En el libro del mismo nombre (La (des)educación, Crítica, 2001), Noam Chomsky y Donaldo Macedo dialogan sobre educación, democracia, los mercados y otros asuntos de similar importancia. En ese diálogo, Chomsky le dice a Donaldo Macedo (pg. 29) que a los estudiantes
  • "no hay que verlos como un simple auditorio, sino como elemento integrante de la comunidad con preocupaciones compartidas, en la que uno espera poder participar constructivamente. Es decir, no debemos hablar a, sino hablar con. Eso es ya instintivo en los buenos maestros, y debería serlo en cualquier escritor o intelectual. Los estudiantes no aprenden por una mera transferencia de conocimientos, que se engulla con el aprendizaje memorístico y después se vomite. El aprendizaje verdadero, en efecto, tiene que ver con descubrir la verdad, no con la imposición de una verdad oficial".
María Acaso (2009: 44), para acabar, lo expone en términos similares:
  • "La consolidación de la Pedagogía Tóxica conlleva el auge de una pedagogía de la repetición, donde los destinatarios de los procesos educativos repiten los conocimientos que les son transmitidos sin reflexionar sobre ellos, sin repensar, sin deconstruir, sin criticar, sin pensar".

Las TIC, la Pedagogía Tóxica y la Pedagogía Orgánica Las TIC pueden también entrar dentro del ámbito de la Pedagogía Tóxica. Por un lado, como explica María Acaso, por desuso: "Las tecnologías no se usan en los contextos educativos porque, claro está, se aprende más a través de ellas. Y ya sabemos que en esta vaina de la pedagogía tóxica, lo que se pretende es NO APRENDER". Puede que en esta afirmación haya algo de simplificación y sean muchas otras las razones por las cuales no se usan las tecnologías (problemas de infraestructura incluidos) pero, en todo caso, no usar las tecnologías hoy en día es, en definitiva y sea de quien sea la responsabilidad, una apuesta por un no-aprendizaje, aunque hagamos solo referencia al aprendizaje y el desarrollo de competencias vinculadas con el uso de las estas tecnologías. Sin embargo, hay un uso de las tecnologías que también entra dentro del ámbito de la Pedagogía Tóxica y que coincide con los "puntos básicos" antes citados: cuando usamos las tecnologías para la memorización, para la automatización, sin permitir espacios de libertad, de creación y de descubrimiento, sin generar diálogo y comunicación, sin explorar los límites del aprendizaje visible y sin adentrarnos en los territorios imprevisibles del aprendizaje invisible y la educación expandida, cuando las tecnologías sirven al estudiante simplemente para reforzar aprendizajes ocurridos previamente en el aula y en la interacción exclusiva con el docente o el libro de texto, entonces las tecnologías son aliadas de la Pedagogía Tóxica. Por otro lado, cuando las tecnologías sirven para realizar un aprendizaje vivo y no destinado a la evaluación reproductiva, entonces las tecnologías son parte de la Pedagogía Orgánica. Frente a la Pedagogía Tóxica, la Pedagogía Orgánica se basa en tres claves fundamentales:
  • la pertinencia de los objetivos, el interés de los contenidos y el valor de las prácticas de aprendizaje desde la perspectiva de los estudiantes;
  • la apuesta decidida por metodologías dialógicas, basadas en la comunicación y en el descubrimiento compartido;
  • la evaluación para el aprendizaje, dinámica, procesual.
Y esta Pedagogía Orgánica no es un desiderátum. Permitidme algunos ejemplos: el Centro de Experimentación Didáctica de José Francisco Murillo y Miguel Sola, en la Universidad de Málaga, es un ejemplo de Pedagogía Orgánica aplicado en el difícil contexto de la universidad (sí, difícil, a veces incluso más difícil que la propia escuela). Por otro lado, proyectos como Radio Híbrido, comentado por Pablo Bongiovanni, o los "imprescindibles" de mis amigas de Bloggeando son, entre muchos otros citados aquí en Educ@conTIC, ejemplos de Pedagogía Orgánica en la educación obligatoria. La Pedagogía Orgánica ya está aquí y las tecnologías sirven para que eche raíces con fuerza en nuestra escuela. En este sentido, la Pedagogía Orgánica no es solo una auténtica educación para el alumnado sino que también es un movimiento de liberación del profesorado. Frente a la tiranía de un currículo cerrado, un libro de texto que pretende hacer nuestro trabajo, una evaluación que nos convierte exclusivamente encorrectores y no en guías para el aprendizaje, la Pedagogía Orgánica permite imaginar, permite dialogar con los compañeros y compañeras, compartir estrategias, diseñar juntos y construir, entre todos, una escuela donde la fruta que crezca no esté envenenada sino que sea jugosa y alimenticia. Así pues, ahora que comienza un nuevo curso, que la tierra está preparada, ahora que estamos a punto de empezar nuestro trabajo, ¿qué prefieres cultivar, Pedagogía Tóxica o Pedagogía Orgánica? Ángel Gabilondo, en su libro Darse a la lectura, nos dice que "leer es elegir". Pues bien, enseñar es también elegir: ¿qué eliges tú?
Fuente: http://www.educacontic.es/blog/pedagogia-toxica-ni-la-educacion-artistica-son-manualidades-ni-la-educacion-digital-es-un-power

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