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Pelando la cebolla + Luz de gas

Publicado el 17 enero 2016 por Lu

Pelando la cebolla de Günter Grass

Pelando la cebolla  + Luz de gas

Después de ver El tambor de hojalata me entraron unas ganas tremendas de leer algo de Günter Grass. Pensaba en esa misma novela, que apenas recuerdo. Pero en un comentario de Fran ( El cine sin gafas) en aquella entrada hacía alusión a este libro, que yo no había leído, y me pareció una excelente idea.

Trabajo estrictamente autobiográfico sobre sus primeros años. Son los pensamientos de un anciano sobre las grandes preguntas de la vida.

Pelando la cebolla es historia personal, de Alemania, del mundo. Grass habla con serenidad sobre las dificultades de aquellos tiempos y sobre su vida en esos años previos a la fama: esto y numerosas reflexiones sabias e inusuales.

Nº de páginas: 456 págs.

Editorial: ALFAGUARA, 2007.

No soy muy propensa a textos autobiográficos porque la vida de escritores y artistas, en general, no me interesa demasiado.

Rememora la infancia y sobre todo la adolescencia y madurez precoz en plena guerra. La fragilidad de la memoria y los recuerdos, que muchas veces adornamos con imágenes o sensaciones de situaciones vividas, que no son tan reales. Hace alusiones a muchas vivencias que después darán lugar a escenas o capítulos de algunos de sus narraciones. Las películas de cine que ve y libros que lee mientras es un niño y está todavía en la vivienda familiar. La ilógica más absurda de su iniciación voluntaria en las Waffen-SS. El no cuestionarse desapariciones, ni evidencias del entorno nazi. Soldado y posteriormente prisionero.

Sus inquietudes y el largo camino que ha de recorrer como artista: escultor, dibujante y escritor. Su faceta de aprendiz. Los retratos a ancianos sentados en un banco. Sus poemas y relatos.

Su padre le ofrece la posibilidad de trabajar, ganar dinero e ir asegurándose un futuro. En un momento muy complicado de su vida, subsistiendo en la más absoluta pobreza. Y ahí toma la decisión de aprender y dedicarse al arte. No parece nada sensata la idea. No le desaniman las circunstancias adversas de todo tipo.

Las mujeres, ese primer amor, anónimo. Su familia. Sus personajes. Tertulias y encuentros reales y soñados.

Me resulta muy divertido todo lo que relata sobre su incapacidad para montar en bicicleta porque me siento totalmente identificada. Otro episodio también muy curioso es cómo llega a un curso de iniciación a la cocina en el período de mayor hambruna de su vida.

Una lectura fascinante para empezar el año.

"Queda claro que yo me ofrecí voluntario para el servicio de la Waffen. ¿Cuándo? ¿Por qué?"
"Durante mi entrenamiento para el combate con tanques no supe nada de crímenes de guerra [...]. Pero mi llamada ignorancia no puede encubrir el hecho de que pertenecí a un cuerpo, un sistema, que planeó y organizó la destrucción de millones de seres humanos. Aunque yo mismo no me considerara culpable, siempre queda algo en la conciencia que no se puede limpiar, eso que solemos llamar con frecuencia responsabilidad compartida. Es seguro que tendré que vivir con ello para el resto de mi vida".
Entre estas páginas se alude a una película que vuelvo a ver ahora.

Pelando la cebolla  + Luz de gas

En plena época victoriana, un pianista se casa con una bella joven, y juntos se van a vivir a casa de una tía de ella misteriosamente asesinada años atrás. La felicidad de la mujer termina cuando empieza a oír ruidos que la aterrorizan.

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Una joven muy enamorada se casa con un hombre al que apenas conoce. Todo es de color de rosa hasta que se trasladan a Londres, para cumplir así un sueño del caballero. Habitarán la casa en la que ella se creció al cuidado de su tía.

Pelando la cebolla  + Luz de gas

Un misterioso asesinato, no resuelto. Un marido que poco a poco va empequeñeciendo a su esposa. Ella está plenamente convencida de su locura, no sale de casa, no habla con nadie, pierde cosas constantemente, se olvida de todo....

Como espectadores sabemos desde casi el principio quien es el malo, aunque vamos uniendo las piezas poco a poco. Vemos el declive de la protagonista.

Pelando la cebolla  + Luz de gas

Sobrecogedora e inquietante. Intriga bien narrada y dosificada. Personajes secundarios excelentes: la criada sorda, la criada descarada y ligona, la anciana fisgona, el policía perspicaz e insistente. Actores brillantes.

Pelando la cebolla  + Luz de gas

Título original Gaslight. Directo r Guión A.R. Rawlinson, Bridget Boland (Teatro: Patrick Hamilton). Música Richard Addinsell. Fotografía Bernard Knowles (B/N). Reparto Reino Unido 1940, 84 min.

Cuatro años más tarde la llevará también a la pantalla George Cukor. La pieza británica se estrenaría en Estados Unidos con posterioridad, cambiando el título para "despistar", o no confundir.


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