Películas desconocidas por el gran público y que recomiendo ver (Toma 4)

- El sabor de las Cerezas (1997)

Película iraní ganadora de la Palma de Oro en Cannes en 1997. Cuenta la historia de un hombre decidido a suicidarse y que recorre desesperado la ciudad de Teherán en busca de alguien que lo entierre. Con este peculiar argumento, Kiarostami y su particular ritmo pausado, consiguen una profunda reflexión sobre la vida y la muerte. Momentos agobiantes, otros sobrecogedores –la historia del anciano- y un final de los más sorprendentes que he visto.

- Bola de fuego (1941)

Con guión de Billy Wilder, Howard Hawks dirige una encantadora comedia romántica. En ella, Gary Cooper es un estrafalario profesor –no se pierdan su forma de boxear- que junto a otros profesores llevan años escribiendo una enciclopedia. El trabajo se ve interrumpido cuando aparece en sus vidas una bellísima Bárbara Stanwyck. Risas, personajes adorables y situaciones de lo más variopintas hacen de Ball of fire una comedia imprescindible.

 - El hombre que plantaba árboles (1987)

 

Corto de animación canadiense muy singular por sus dibujos –parecen trazos de boceto- y su contenido. Cuenta la historia de un solitario pastor que se dedica a plantar árboles con bellotas para transformar un desolado valle en un bonito bosque. Una hermosísima historia sobre la amistad y la fuerza de vivir que les tocará la fibra sensible. Ganador del Oscar en 1988 y considerado por los usuarios de IMDB como el mejor corto de todos los tiempos. Les aseguro que no es para menos. (Pueden verlo en youtube)

- Un extraño en mi vida (1960)

Con la excepción de Los puentes de Madison este drama de Richard Quine es la mejor película que se ha hecho jamás sobre la infidelidad y la búsqueda de la felicidad fuera de tu matrimonio. Una Kim Novak arrebatadora –jamás ha salido tan bella en la pantalla- y un impresionante Kirk Douglas, protagonizan una melodrama tan hermoso que al final les hará daño. Están avisados.

- El salario del miedo (1953)

 

Con un estilo muy parecido al que Jacques Becker utilizaría años después para rodar esa obra maestra llamada Le Trou, Clouzot narra la historia de cuatro hombres que deben transportar nitroglicerina en sus camiones por un país latinoamericano. Pero por el camino se encontrarán más de un problema. Con un toque existencial y una calma envidiable, Le salaire de la peur contiene algunos de los mejores momentos del cine francés. El suspense que se vive en la secuencia de las rocas haría salivar al mismísimo Hitchcock. Imprescindible para todo cinéfilo que se precie.