Revista Cultura y Ocio

Pensamientos sobre un apéndice

Publicado el 14 julio 2013 por Molinos @molinos1282
PENSAMIENTOS SOBRE UN APÉNDICE¿Qué hora es? ¿Las tres de la mañana? ¿Por qué me he despertado? JODER...¿qué dolor es éste? Será el virus que han tenido las princezaz, Molimadre y Molihermana. Una leche. A ellas no les dolía así. Ellas se movían y hablaban y sobre todo no se les saltaban las lágrimas del dolor. Joder, joder, joder...me muero de dolor. Voy a hacerme una bolita y a acunarme como cuando era cani a ver si se me pasa. Joder, joder, joder. Esto no es gastroenteritis. Las 4:30. Me muero.
- Moli..he oido sollozos. ¿qué te pasa?.- Pobrehermano Pequeño entra en el cuarto.- Me muero de dolor. - Ya te veo.
Las 11:30. Creo que me duele menos...voy a ver si me incorporo. Joder, joder, joder, joder.
- Moli, vístete. Te bajo al médico YA. - Que no Pobrehermano Pequeño, que seguro que es una chorrada. -Pues que te curen la chorrada...pero no puedes estar asi, que llevas 8 horas agonizando.
En el centro de salud me siento como Abraracurcix en Los Laureles del Cesar. Según entro en consulta, la amable doctora me ve, me roza...y pego un brinco con doble mortal carpado.
- Pero..¿desde cuando te duele?- Desde las 3 de la mañana. - ¿No has tomado nada?- No, no sabía que tomar. Bueno si, un almax y una manzanilla. - Ahora mismo al hospital. Apendicitis aguda. Túmbate ahí que te vamos a poner una vía con un calmante. Que te cuide tu chico.- No es mi chico. Es mi hermano. - Bueno, el atractivo joven.- Eso sí.
La ambulancia no viene. O si viene pero va a tardar tanto que es posible mi pelo encanezca del todo y Pobrehermano Pequeño se convierta en un adorable ancianito. La doctora dice que me vaya en coche rápidamente al hospital, que me tienen que operar urgente.
Urgente. JA.
En el coche con Pobrehermano Pequeño al volante y Molimadre a la que acabo de estropearle su escapada de cuatro días.
- Mamá..lo siento. - Lo has hecho aposta. Para vengarte de esos días de tu cumpleaños que dices que siempre me ponía mala. - No lo digo yo. Es verdad. - Ya...para contarlo en el blog. - Bueno, a lo mejor no es apendicitis y te puedes ir esta noche. - Una cosa te digo, de aquí sales operada...ya que me he perdido el viaje que sea por algo.
Entro  en el hospital a las 2 de la tarde. Dos horas después me atiende un médico.
- ¿Qué le pasa?- Lo pone en el papel “ Apendicitis aguda”- No tienes cara de tener apendicitis. - Aha..¿Y qué cara hay que tener para tener apendicitis?- Pues de doler mucho. - Me dolía un huevo pero me han puesto un calmante que me está entrando en vena por esta vía tan chula que tengo en el brazo. - Oiga..¿es siempre así su mujer?- No...hoy está suave..será el dolor. - ¿posibilidad de embarazo?- No. - ¿Seguro?- Seguro- ¿Seguro?- ¿tengo pinta de no saber si estoy embarazada?- Voy a pedir una prueba de embarazo...- ¿Así que no tengo pinta de tener apendicitis pero si de preñada? - Esperen fuera, le llamaran para unas pruebas.
2 horas después, me hacen una ecografía. La chica es maja pero me aprieta tan fuerte que sospecho que más que intentar ver con el ecógrafo intenta clavarme a la camilla con él. Cuando se da cuenta de que no va poder clavarme, lo levanta de golpe y pego un nuevo salto con doble carpado que casi me permite agarrarme al techo en plan Spiderman.
Tengo frio, tengo risa floja, no tengo batería en el movil y no tengo libro. No se si estar de pie, sentarme o tumbarme en el suelo. Ya no sé ni cómo me llamo y El ingeniero y yo ya hemos tenido todas las conversaciones absurdas que se pueden tener y alguna más.
-Moli, yo creo que esto tiene una pauta. - ¿De qué hablas?- Entre cada paso del proceso...pasan dos horas. Solo los más fuertes aguantan. - ¿De qué hablas?- Yo que sé, estoy como tú hasta el moño de estar aquí..pero veo una pauta. - No me hagas reír que me duele mogollón. Una pauta...haz un excel. ¿A quien escribes? - A tus hermanos. He creado con ellos un grupo de wasap..."Moliapendicitis"- Sois unos cabrones.
Por fin, nos recibe la amable cirujana. Es un encanto, me trata fenomenal y por fin me dice:
- Tienes apendicitis y vamos a operarte. - ¡Bien!- Vaya...que bien te lo has tomado. - Verás, es que hace 7 horas que me han dicho que tenía apendicitis, siento haberte jodido la sorpresa pero en 7 horas esperando me ha dado tiempo a hacerme a la idea. Siento no haber estado a la altura de sus expectativas. - Bueno, pues vamos a operarla. Podría ser por laparoscopia pero como estás muy flaca mejor a lo tradicional. - Como si es a la manera japonesa...pero ¡ya!- No, ya no..en un par de horas.
El Ingeniero confirma su teoría con satisfacción. Me traen la camilla, me despeloto y salto a la camilla.
- Nunca he visto a nadie subirse a nadie con tantas ganas a una camilla. - Mire, llevo 7 horas sentada ahí...incluso tumbarme en el suelo, en una camilla de fakir o en un par de sillas hipnotizada me haría feliz.
Dos horas después, POR FIN me llega el turno. Ahora si que es como una película, recorremos pasillos interminables y cuando digo interminables es que no tienen fin, no se ve donde acaban para llegar a unos quirófanos. Como estoy completamente fuera de mi, todo me da igual, no sé ni dónde estoy y tengo la cabeza llena de pensamientos muy rarunos, empiezo a pensar que estoy en “El Resplandor”, que me van a abandonar en medio de estas salas y que no voy a saber volver. Pienso en lo listo que fue Pulgarcito tirando miguitas para no perderse. Yo no tengo miguitas, no tengo nada, me han quitado hasta el esmalte de las uñas.
No puede pasar de aqui, le dice la celadora al Ingeniero.
Lo último que veo de él es que está haciendo una foto del pasillo. La celadora me mete en una sala. Saca el móvil. Hace unas llamadas. No se lo coge nadie. Me mira.
- Ahora vienen a buscarte. -¿Quién?- Tranquila. .- y se pira.
Me descojono. En bolas en medio de la nada y se supone que van a venir a buscarme. Ya me creo hasta la pauta de El Ingeniero. Tendré que esperar dos horas pero como tampoco tengo reloj, resulta que estoy en mitad de ninguna parte y no sé ni qué hora es. Me acuerdo de la peli esa de Sigorney Weaber, Gorilas en la NIebla, en la que ella hacia de Jane Goodall y se operaba de apendicitis para que no le pasara en medio de la selva. En su día me pareció una gilipollez...hoy, a las 12 de la noche, abandonada en una sala en un hospital gigante no me parece tan gilipollez. Me río sola. Me temo que estoy enloqueciendo.
De repente aparecen 11 personas de todos los lados de la habitación, todos vestidos de colorines, todos con gorritos, todos parecen contentísimos de verme. Me recuerdan las arañas de El Hobbit.
- Por fin Moli..¡ te estábamos esperando!!- ¿Estais de coña? ¡¡Llevo desde las dos de la tarde esperando!!!- ¿De verdad?- Claro..- La verdad es que no tienes cara de tener apendicitis...Respira por aquí. - ¿Que no tengo cara de que...?
Fundido a negro.
*Ese pasillo es el que recorrí en camilla. Es la foto que hizo El Ingeniero.

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