Probablemente es uno de los elementos mejor escogidos de este ‘increíblemente pequeño’ piso de 18 m², el espejo en el frente de la cocina, con cuyo efecto se multiplica el espacio y bueno, porqué no decirlo, sirve para echar esa última mirada a nuestro aspecto antes de salir de casa, ya que el hall y la cocina son prácticamente uno.
La gran altura al techo ha permitido crear la zona de descanso en un altillo, al que se accede por un armario-escalera (otro mueble de doble función muy ingenioso).
El minipiso está decorado en blanco absoluto con un par de toques en crema. Lo que crea un bonito y elegante contraste con el blanco es el uso del cobre en los grifos, tanto de la cocina como del cuarto de baño, así como en otros objetos como botes y cajas.
Podría ser una vivienda correcta para un estudiante que necesita un sitio temporalmente, pero por la falta de espacio de almacenaje y de espacio vital, en general, se me antoja mejor como un apartamento de alquiler de vacaciones en una gran ciudad ¿qué pensáis? ¡feliz día de Reyes bonicos! espero que os hayan traído tooodo lo que deseáis.
Vía: Fantastic Frank
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