Pequeña fantasía – @_soloB

Suena otra vez esa maldita canción que me lleva a recordar aquellos años en los que fuimos. Bueno, si solo fuera una canción, el remedio sería fácil: doy al Stop y listo. Y tú, fuera de mi cabeza junto con ella. Al cajón de los gritos ahogados.

Vivo en un recuerdo desde hace demasiado tiempo, navego a la deriva. Los días se me van de las manos, y se me marchitan las flores de tanta espera.

¿En qué me he convertido? ¿En qué nos he convertido?

Nos he convertido en una pequeña fantasía. Si, eso es. Y es que, está muy bien eso de tener fantasías, pero si voy a tenerlas, prefiero que sean sexuales, y prefiero que tú ya no estés en ninguna de ellas.

He perdido tanto tiempo inventando tu regreso, que me asombro de que aún queden retazos de semejante ingenio capaces de dibujar árboles donde solo quedan ramas secas en el suelo.

Pongo los pies sobre tierra mojada, y la mente en las alturas. Y así no era. O volamos juntos y nos volvemos a estrellar, o me guardo las alas para otro viaje en el que no vuele sola.

Tengo la piel ajada de llorar y no ser regada, podrida, alimentada de pequeñas dosis de suero cada vez que te acuerdas o te viene bien que esté ahí.

Me canso de andar hacia ningún lugar, de demostrar lo que tu corazón ya no siente. De ser pregunta sin respuesta, de convertirme en signo de interrogación y quedarme a vivir en un paréntesis. Y esto, o lo cambio yo, o no hay salida.

He sobrevivido a mareas más altas que esta, no te creas tan especial. He nadado contracorriente cuando nadie creía en mí, he levantado la cabeza cuando quería vivir como una avestruz, con la cabeza bajo tierra. Esto no va a poder conmigo, me lo tengo que creer, ese es el primer paso. El segundo, dar al botón de reset. Y así, paso a paso, sorbo a sorbo, beberme la rabia, escupirla, y quemarla con alcohol.

Pero se acabó ser marioneta, juguete roto, puntos suspensivos, pregunta retórica, eterno verano. Yo también aprenderé a decir adiós e irme. No sé de qué manera, pero voy a buscarla.

Y que le den a los platos que se me quedan por romper en mi cabeza, al martirio de un no pero si, al andén de la estación. Yo me bajo, sola, igual que cuando subí. Ya basta de mentirme… ¡Fuera! Basta de noches oscuras y días opacos. Quiero mi paleta de colores y volver a dibujar paisajes donde ya no estás.

Me voy con esa canción de Norah Jones a levantar mi mundo, sin ti.

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