Pequeño homenaje a Manuel Flamil

Sinceramente, no sé cómo enfrentarme al folio en blanco hoy. Llevo un rato mirando como un tonto la pantalla, ese recuadro vacío que hay que rellenar de letras para formar una historia, y me encuentro bloqueado. Quería haber hablado algo sobre el XIX Congreso Estatal de Astronomía, pero tienes enlaces con mucho más de lo que yo pueda decir en Cuaderno de Observación, Duae Stellae y La Azotea, entre otros. Luego pensé en soltar algunas reflexiones sobre lo que siento el día de mi cumpleaños (y que prefiero recibir un mensaje por aquí o por móvil o una llamada a que me dejen algo en Facebook). Quizás también hubiese contado alguna cosa de las que tengo retrasadas, sea del cometa que se puede ver estos días desde el hemisferio norte o sobre la oposición de Júpiter.
Pero de repente me he sentido vacío y todo me ha parecido secundario y vanal. Como a veces dejé por aquí (a pesar de que cada vez me censuro más en escribir cosas personales) la vida pasa muy rápido y a veces nos enfrascamos y nos enfadamos por cosas que, en esencia, no significan nada, y no damos el valor correspondiente a otras que son las que realmente importan. Justo en días como hoy, que personalmente suelo aprovechar para reflexionar sobre el último año, sobre mis metas personales y profesionales, sobre la vida... suelo encontrarme más melancólico de lo normal. Y son bajo estas circunstancias en las que recibo la fatal noticia de la muerte de un amigo astrónomo cordobés. Manuel Flamil Cañete, miembro fundador y de honor de la Agrupación Astronómica de Córdoba, comenzó su viaje definitivo hacia las estrellas en la madrugada del domingo pasado. Su hija, Toñi Flamil, recoge en su blog una sencilla cita de Gabril García Márquez, que incita a pensar en estos momentos no en lo que ya no podremos hacer junto a él, sino en todo lo que sí se ha hecho. Paco Bellido, quien también conocía bien a Manuel, deja más detalles y algunas pinceladas biográficas en esta historia. Yo... poco más puedo añadir ahora. Se ha ido una persona estupenda, uno de los mejores astrónomos cordobeses, un amigo humilde y sincero y que siempre promovió la Astronomía en nuestra tierra, publicando continuamente sus estudios en el periódico de nuestra ciudad (sobre todo, esos preciosos dibujos del sol que sólo él sabía hacer), y cuya sabiduría ha motivado a multitud de nosotros a seguir una carrera científica. Desde este blog quiero dar un abrazo muy fuerte a toda su familia, sobre todo a Toñi y a Jesús R. Sánchez, y palabras de ánimo a mis compañeros astrónomos cordobeses.
Aún así la vida sigue y, como bien apunta la cita que Toñi recoge, hay que alegrarse por los momentos pasados compartidos junto a las personas amadas mientras nosotros mismos evolucionamos e intentamos encontrar lo verdaderamente importante que es la felicidad. Como Carl Sagan, en boca del padre-extraterrestre de Elli, dijo en Contact: el vacío [del Universo] se ha hecho soportable porque nos tenemos los unos a los otros. Manuel, tú ahora has comenzado tu propio viaje personal por el Universo y te echaremos siempre de menos.